Opinión

Nos van a echar el muerto encima

Si la comunidad internacional se desentiende de su responsabilidad de ir al rescate de Haití, el golpe de carambola se le pegará irremediablemente a nuestro país.

Si la causa poderosa de que Haití haya devenido en un estado fallido es la existencia de bandas armadas que se han repartido el territorio, esa crisis solo se soluciona rompiendo de cuajo ese círculo vicioso.

Es decir, auxiliando con una fuerza militar extranjera a las autoridades locales para neutralizar a las bandas y desarticular los ejes del crimen organizado que las alimentan.

Eso es, justamente, lo que no ha podido hacer la policía haitiana ni el incipiente cuerpo de tropas militares, débiles y desiguales en un campo atomizado por esos grupos armados.

Dejar a Haití a su propia suerte es un acto de irresponsabilidad histórica. Con ello se están creando las condiciones para que sea la República Dominicana la que asuma y sufra sus consecuencias.

La responsabilidad dominicana llega razonablemente a la protección de su territorio y su soberanía, no a constituirse en una zona de refugio o amortiguamiento de exiliados o bandoleros en fuga, ni en un “Estado salvavidas” al que le carguen todos los costos de ese rescate.

Los que han invadido y tutelado Haití en el pasado son los llamados a remediar su descomposición, no a echarle el muerto encima a una nación que, como la nuestra, vive y se desarrolla en paz, en democracia y en civilidad, aun asumiendo por humanidad muchas de las carencias de los haitianos.

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