¡Libérenlos sin condiciones!
La angustia y el desconcierto abaten hoy no solo a los familiares y amigos de los misioneros extranjeros secuestrados en Haití, sino a todos aquellos que aspiran a que el orden, la seguridad y la estabilidad política se restablezcan en ese país.
LISTÍN DIARIO pide encarecidamente a los secuestradores que liberen sin condiciones a los religiosos, 16 estadounidenses y un canadiense, y un haitiano que conducía el autobús, para poner fin a este episodio de sufrimiento injustificado.
Los secuestradores de los misioneros, identificados como miembros de la pandilla 400 Mawozo, exigen un rescate de 17 millones de dólares, pero la congregación a la que pertenecen, humanitariamente dedicada a reconstruir casas dañadas por el último terremoto, no tiene esos recursos,
Tampoco los Estados Unidos tienen como política pagar rescate o hacer concesiones de esta naturaleza para salvar la integridad de sus ciudadanos cuando son rehenes de grupos armados o víctimas de retaliaciones de carácter político o religioso de gobiernos o sectas. Si lo pensaran bien, la demanda de un monto tan exorbitante no ha lugar.
Los pandilleros se harán un daño a sí mismos y a Haití, como nación atrapada en una espiral de miedo y de violencia, si persisten y prolongan este martirio humano contra personas indefensas que no merecen este abusivo atropello a sus derechos y a su dignidad.
Como medio de comunicación que está atento al devenir de la crisis haitiana y al que le preocupa que la situación se salga de sus cauces y termine repercutiendo en nuestro país, el LISTÍN DIARIO implora a los pandilleros del 400 Mawozo que suelten ya, sin daños, sin cobrar rescate y sin otras condiciones, a los misioneros religiosos que están en su poder.
Razonablemente, es la opción menos traumática para todas las partes.
Ojalá que la sensatez y un mínimo principio de cordura y de buena lógica los haga desistir de mantener al grupo de plagiados, antes que sean irreversibles otras formas de respuestas para su rescate.
Que Dios proteja a los misioneros y les dé una chispa de compasión y de piedad a sus secuestradores.