Refidomsa, un activo estratégico
Al recuperar el control total de las acciones de la Refinería Dominicana de Petróleo (Refidomsa), el Estado está ahora en mejor posición para manejar las volatilidades de precios que a menudo alteran la estabilidad del mercado local de hidrocarburos.
Asegurarse este control de manejo, le permite mantener en lo posible la estabilidad de los precios de los combustibles y, consecuentemente, los presupuestos de la paz social que se desajustan por la vía del encarecimiento del transporte, la energía y la economía doméstica.
Como el transporte de las cargas por vía terrestre requiere de diésel (gasoil), y las estufas para la cocción de alimentos se mueven con gas licuado de petróleo, este control de la propiedad de Refidomsa le permite al Estado maniobrar mejor para influir en la fijación de precios locales de esos combustibles, sin las sangrías de los subsidios de los últimos tiempos.
Otro aspecto estratégico positivo es que como Refidomsa suple las necesidades de las plantas propulsadas por fuel oil, una parte de la matriz energética nacional podrá operar con más estabilidad y seguridad.
En estos tiempos en que la pandemia y las nuevas realidades geopolíticas mundiales han creado nuevas presiones para la economía, la producción energética juega un papel relevante en el funcionamiento ordenado de todo el engranaje industrial y productivo que genera la riqueza nacional.
Un detalle importante es que la transacción para comprar el 49 por ciento de las acciones que pertenecían a la empresa estatal venezolana PDVSA, con lo cual la Refidomsa volvió a quedar totalmente como propiedad única del Estado dominicano, fue refrendada, sin objeciones, por los reguladores del gobierno de Estados Unidos.
La operación, como dijo el ministro de Hacienda, Jochi Vicente, facilita que la Refinería sea un ente decisivo en la estabilidad de los predios y, a futuro, en la realización de los planes de ampliación para instalar un oleoducto y otras infraestructuras.