Opinión

EDITORIAL

Bajo la lupa

A punto de cumplir su primer año, la sociedad coloca su lupa para evaluar la gestión del presidente Luis Abinader. Lo hará, como es previsible, al tenor de sus luces y sombras, según provengan los juicios, si de sus opositores o sus partidarios. Los que se sitúen en un punto medio serán los que con más propiedad moverán ese péndulo para calibrar lo que ha hecho, lo que prometió hacer y lo que no ha cumplido en ese año, con criticidad o indulgencias.

Considerando que el presidente Abinader llegó con un portafolio cargado de nuevas políticas para marcar cambios de rumbo, habrá que tomar en cuenta el difícil escenario en el que le ha tocado desempeñarse. Fuera de algunos objetivos puntuales, la realidad de la crisis de la pandemia del Covid, todavía latente, y las secuelas de esta, también latentes en la economía y la vida misma del país, lo obligó necesariamente a revisar y reajustar metas. Este primer año ha sido, en la práctica, uno de prueba y error, como sucede con todos los procesos de cambio, de transformación e innovación, pero lo que sí queda claro es que el presidente Abinader “ni se cansa ni lo cansan” en el empeño de hacerle frente a estos retos. Ante la proximidad de ese primer aniversario, LISTÍN DIARIO inicia hoy una serie de reportajes que permitirán una amplia mirada al desempeño, abarcando las áreas más sensibles y determinantes en las cuales el gobierno ha invertido sus mayores recursos y energías para corresponder a las expectativas de la sociedad.

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