Una nueva Somalia a nuestro lado

Haití es, en los hechos, la nueva Somalia de América Latina.

Allí predominan, calcadas, todas las características que han convertido al país africano original, Somalia, en un estado fallido, atrapado en una inacabable guerra interna desde hace 30 años.

En la original Somalia dominan las bandas armadas, prevalece la pobreza extrema, hay inseguridad ciudadana y alimentaria, falta agua potable y, por tales razones, es una fuente centrífuga de millares de migrantes que buscan refugio en otros países.

Ni más ni menos, en semejantes condiciones evoluciona hoy Haití con un gobierno fuertemente repudiado por distintos sectores, incluyendo la Iglesia católica, y sumido en una inestabilidad política, económica y social que preocupa mucho a la Organización de las Naciones Unidas.

Si persiste por más tiempo el deterioro de las condiciones internas, no es descartable una nueva intervención de emergencia de las Naciones Unidas allí, con todas sus consecuencias.

De hecho, los organismos internacionales ya han visto clara la cercanía de una situación de catástrofe humanitaria allí.

Aquí no parecemos ver a Haití como lo que es, la nueva Somalia de América Latina y tal vez por eso no hemos sabido poner todavía nuestras barbas en remojo… por si las moscas.