REFLEXIONES DEL DIRECTOR
Reconectando con los lectores
Forzados por las parálisis de los confinamientos durante el primer año de la pandemia del Covid, muchos diarios impresos sufrieron la deserción de suscriptores o el abandono de los compradores de la calle.
Otros perdieron definitivamente una amplia cuota de sus tradicionales clientes al suprimir las ediciones impresas y convertirlas en digitales, el formato hacia el cual se volcaron masivamente los consumidores de noticias.
El “boom” digital en las sociedades confinadas y ausentes de sus espacios vitales de trabajo y esparcimiento minimizó el radio de acción de los periódicos impresos, obligándolos a una tenaz lucha por su supervivencia.
Para mantenerse a flote tuvieron que transformar su modelo de negocios, ya diezmado por el declive de la publicidad, y apelar a nuevas alternativas,como los artículos promocionados, las ofertas de productos y servicios a través de sus clubes de lectores, y apuntalar los contenidos de calidad.
Al recurrir a estos contenidos de profundidad, que ofrecían una visión más amplia y documentada de los efectos de la pandemia en las esferas productivas y en los estilos de vida, marcaron distancia con las plataformas digitales saturadas de noticias de último momento o muy superficiales. Ahora que las condiciones originales de la disrupción general de 2020 han ido cambiando hacia una “normalidad” de otro tipo, rebajando drásticamente los accesos y tiempos de consumos en las plataformas digitales, los periódicos impresos tienen el chance de reconectar sus vínculos con los lectores, poderosamente.
Solo basta con comprender y asumir las nuevas realidades, proyectarlas en buenos trabajos de investigación, reportajes y crónicas desde las calles,no desde la virtualidad, agregando el valor de la verdad, la ecuanimidad y objetividad de enfoque. Es la mejor vacuna contra la desinformación, la mentira y la falsificación de las noticias que lamentablemente han permeado las plataformas digitales.