REFLEXIONES DEL DIRECTOR

Hasta las formas de los titulares han cambiado

En el tiempo de la sobriedad, los diarios tradicionales solían utilizar los titulares de sus noticias como si fueran mensajes telegráficos.

A menudo prescindían de ciertas preposiciones y artículos que, en buena gramática, ayudarían a tejer el correcto hilo de una oración.

Pero la práctica de comunicar con pocas palabras y en un espacio ya delimitado obligaba a los editores o tituladores a romperse la cabeza para ajustar el anunciado a tales propósitos.

Por lo general, una regla invariable era la de sintetizar en el titulo el lead o introducción de la noticia, que a su vez tenía que englobar estos elementos fundamentales de la pirámide invertida: qué, quién, cuándo, dónde, por qué y cómo.

Ahora es distinto. En una era dominada por el lenguaje coloquial los textos y los titulares de las noticias son más simples. Son interpretativos. No tienen que responder a una estructura apretada o telegráfica.

Los titulares tienen que fluir de la misma manera en que nos expresamos coloquialmente, utilizando vocablos de uso común, no aquellos que conduzcan a retruécanos o ideas incomprensibles que dejan al lector en el aire porque no entienden su significado.

Ahora hay más libertad, y se aconseja, para elaborar un titular en función de elementos atractivos que figuran dentro de la nota, no propiamente en el lead o cabeza de la información.

Y como en la esfera digital es básico emplear palabras básicas que sirvan de guía o identificación de un texto para seguimiento, y se aceptan modos de titulación que despiertan curiosidad, así en los medios impresos van tomando espacio estas tendencias, abriéndole paso a titulares más comprensibles, amigables y digeribles.

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