Al fin se pusieron las pilas
El gobierno, definitivamente, se ha puesto las pilas para atacar a profundidad el crimen organizado de las bebidas alcohólicas adulteradas, que ha cobrado en tres semanas más de cien muertes.
El Ministerio de Turismo ha prohibido la venta de bebidas alcohólicas en las playas y excursiones en zonas recreativas.
El de Salud Pública ha dispuesto que las empresas que importan y procesan el metanol, que es la sustancia tóxica que se ha descubierto en las autopsias a las víctimas, agreguen un sabor desagradable para desalentar su consumo.
La Dirección General de Impuestos Internos alistará su sello de rastreo y su plataforma tecnológica “Revísate” para masificar su aplicación en todas las botellas de bebidas auténticas, lo que permitirá a los consumidores certificar que se trata de un producto legal.
La Dirección Nacional de Control de Drogas ha suplido al ministerio público la lista de todas las personas que han adquirido metanol, a fin de facilitar campo para profundizar las investigaciones.
Lo único que faltaría, para cerrar el cerco a este crimen organizado, es promover que se incluya en el Código Penal la figura de la conspiración para este tipo de actos criminales.
De esa forma la justicia tendría mayor capacidad para alcanzar a los cabecillas que no actúan directamente en los procesos de adulteración, sino que los financian y los organizan, sin ejecutarlos en el terreno.