Dominicanos sobresalientes
A la privilegiada lista de dominicanos que ocupan relevantes posiciones en el gobierno y otros estamentos de poder de los Estados Unidos se añade ahora la de la joven Laura Jiménez, designada asesora del Departamento de Estado para los asuntos del hemisferio occidental.
Es una posición desde la cual sus observaciones o recomendaciones pueden ayudar al presidente Joe Biden en decisiones vinculadas a la política, la economía u otros aspectos de cooperación.
Se ganó este mérito en base a una trayectoria de tareas dentro del Partido Demócrata, del cual fue directora nacional de campaña para el voto latino, además de ser jefa de personal de la oficina del senador estatal de Florida, José Javier Rodríguez.
Al igual que ella abrillantan la imagen del país la dominicana Julissa Reynoso Pantaleón, jefa del gabinete de la primera dama, Jill Biden; la abogada Bianka Pérez, jueza de la Corte Suprema del Distrito número 12 de Nueva York; Ángela Fernández, comisionada de los derechos humanos en Nueva York; el concejal Ydanys Rodríguez; la teniente coronel Marisol Chalas, primera mujer en pilotear helicópteros de combate Black Hawk en el ejército americano.
También han sobresalido Quemuel Arroyo, primer director de accesibilidad de todas las agencias de la Autoridad Metropolitana de Transporte en Nueva York; el congresista Adriano Espaillat, Claudio Eduardo Cabrera, jefe de la unidad de motores de búsqueda del periódico The New York Times; Fausto Pichardo, hasta hace poco jefe policial de la gran urbe y Tomás Ramos, presidente del Bronx Rising Inicitiative, quien recaudó más de 4 millones de dólares en la pandemia para combatir el virus y Sabina Matos, vicegobernadora de Rhode Island.
De una u otra forma, el liderazgo de estos dominicanos va en consonancia con la importancia política y social que representa una colonia que remesa más de mil millones de dólares a nuestro país, sustentando su economía.
Y así como hay muchos compatriotas mostrando sus calidades y talentos profesionales en distintas áreas públicas y privadas de los Estados Unidos, el ejemplo se replica en Europa y otras latitudes del mundo.
Ellos constituyen un verdadero orgullo para nuestro país.