REFLEXIONES DEL DIRECTOR
Contexto e interpretación
Ante el alud de noticias que se difunden al instante por las redes digitales, los medios tradicionales tienen la cancha a su favor para atraer lectores que procuran la contextualización e interpretación de los hechos relevantes.
Atacar la superficialidad de la noticia pura y simple es ahora una tarea ineludible para aquellos medios que saben reunir todas las piezas de una historia para ofrecerlas consolidadas en un recuento, análisis o cotejo de antecedentes, es decir, para contextualizarlas.
En otras palabras, para ir a las causas y pormenores de un episodio, reflejar todos los ángulos posibles y agregar elementos de explicación o interpretación objetiva que permitan al lector una mejor comprensión del tema.
Cuando hablo de medios escritos tradicionales, no quiero sugerir que la tarea de la contextualización o la interpretación de los hechos sea de su exclusiva competencia o interés. Los diarios digitales también pueden sacar provecho a esta directriz y, de hecho, algunos lo están haciendo. Pero en razón de que hay campos, audiencias, horarios y estilos diferenciados entre impresos y digitales, cabe bien a los primeros no echar la carrera de la inmediatez o la superficialidad a las que se contraen los “breaking news”, porque ese no es ni será su punto fuerte.
Lo suyo es ir a la profundidad de los hechos, al examen de sus características más relevantes, a la calidad escritural y a la perfecta armadura de las piezas del contexto, para dar a la historia no sólo su real dimensión, sino para seguir su evolución y sus impactos humanos, sociales, económicos y políticos sobre bases concretas y objetivas.
En el fondo, es una tarea para fortalecer la comprensión ciudadana frente a los hechos sobre los cuales el pueblo debe tomar decisiones, ya que sin ese empoderamiento la democracia pierde su valor y su dinámica, su sentido y su sustento.