Dos cepas y un peligro mayor
La presencia de dos nuevas cepas, más letales y expansivas que la primera del coronavirus, representa un serio desafío en la lucha local contra la pandemia.
Esto quiere decir que aún no salimos del arco de alto riesgo del virus y que ahora, tanto o más que en el pasado, debemos mantener las restricciones recomendadas, sin relajarlas.
Algo de suerte tenemos al poner en marcha, masivamente, el Plan Nacional de Vacunación anti-Covid, en el cual confiamos para minimizar el número de contagios y forzar el aplanamiento de la curva de casos.
Dado que se ha demostrado, según investigaciones de la Universidad Iberoamericana (UNIBE), que las cepas inglesa y brasileña ya se esparcen en el país, tenemos que redoblar la guardia para que estas no agraven el cuadro actual.
En otros países que ya la tienen, es de rigor que se exija a los viajeros que lleguen del exterior que presenten pruebas de que no están positivos al virus, una manera de cuidar mejor a los que estamos aquí.
Hasta el momento, algo ha quedado muy claro: las nuevas cepas surgidas como variantes del coronavirus primario, han sido las culpables del recrudecimiento de la pandemia y de la alta mortandad que está causando.