EDITORIAL

Abinader, una agenda para la crisis

Los golpes intensos que la pandemia del Covid ha dado en un año a la salud y la economía, y las alternativas que existen para superar esos traumas, constituyeron la parte medular del discurso de rendición de cuentas del presidente Luis Abinader ante la Asamblea Nacional.

En realidad, estos dos aspectos esenciales fueron los que marcaron la vida del país en ese período y era vital, pues, que en el marco de las memorias oficiales del gobierno se proyectaran en su exacta dimensión y se les acompañara con las líneas de una agenda para superar la crisis.

El presidente Abinader así lo hizo al anunciar la revisión de leyes y contratos que representan un peso parasitario en las finanzas del gobierno y gravitan sobre la economía popular, y al comprometerse con nuevas obras públicas llamadas a dinamizar la creación de empleos y bienestar.

El mayor reto prevaleciente es aplanar y posteriormente superar la curva de los contagios del coronavirus mediante la masiva vacunación de la población, un esfuerzo que ha significado la más grande inversión de recursos del Estado a lo largo de un año fuera de sus presupuestos ordinarios.

Este inesperado contratiempo alteró el ritmo de crecimiento de nuestra economía, trastocó todos los modelos existentes de producción y nos metió de golpe en un proceso urgente de transformaciones en todas las áreas impactadas por la crisis.

La nueva agenda del gobierno luce bien enfocada en los que son los aspectos críticos, como la protección de la salud, la remediación de los costos humanos y sociales de la pandemia, y la reactivación de las actividades productivas para crear fuentes de trabajo y preservar las que quedaron diezmadas por esta calamidad.

Que eche a andar ahora, con buena proa, esta agenda para la crisis. Esa es la esperanza de toda la nación.

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