Opinión

¿Será necesaria esa extensión universitaria?

El gobierno se ha comprometido a invertir 600 millones de pesos para edificar, en Santo Domin­go Este, una extensión de la Uni­versidad Autónoma de Santo Do­mingo.

Luce una iniciativa loable, de seguro am­pliamente apoyada por los residentes de ese municipio del Gran Santo Domingo, pero ya extemporánea.

La nueva realidad que ha emergido de la catástrofe pandémica apunta hacia la univer­sidad virtual, más que presencial, y las pro­pias universidades dominicanas ya se están enganchando a ese modelo del futuro.

En el proceso, se están registrando altas de­serciones de estudiantes que migran hacia el conocimiento de otras destrezas por muchas razones.

La mayoría no tiene recursos para costear una larga carrera o porque los formatos de la nueva realidad que ha emergido de la pande­mia del Covid demandan habilidades y tec­nologías que el viejo modelo universitario, ya en riesgo de suplantación, no les garantizan.

Talvez es más apropiado reenfocar el pro­yecto de Santo Domingo Este hacia un centro de alta tecnología, no propiamente una ex­tensión como las demás que posee la UASD, con sus consabidas precariedades.

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