Opinión

Toque de queda focalizado

Consistentemente, el coronavirus ha venido causando sus más graves estragos en cinco focos del país: el Gran Santo Domingo, Santiago, La Vega, Higüey y Puerto Plata.

Por lo tanto, lo que cabría aplicar es un modelo de toque de queda más riguroso en esas áreas y flexibilizar las cuarentenas en el resto del país, sin bajar la guardia en sentido general, por supuesto.

En lugar de desplegar a millares de militares y policías, ya saturados de trabajo y frustrados por las continuas riñas y desobediencias ciudadanas en todo el país, es más razonable que se concentren en los perímetros de los focos calientes del virus.

Lo que vemos ahora es una dispersión innecesaria de fuerzas militares y policiales que, por demás, no permite mantener un efectivo control de las violaciones al toque de queda.

Convendría, entonces, imponer una estrategia de focalización que incluya operativos masivos de pruebas diagnósticas en esos focos calientes para detectar, rastrear y confinar a los contagiados.

El propósito es aislar a los ciudadanos que no tienen el virus del resto de los contagiados y clasificar los centros de cuarentena en función de estos parámetros: los que presentan síntomas, los que están asintomáticos y los que están en estado delicado.

El año pasado, en el clímax de la primera ola, propusimos un modelo casi semejante, con la finalidad de fortalecer la lucha en los lugares de más contagios y abrir la economía en aquellos de menos peligro o prevalencia del coronavirus, pero nadie nos hizo caso.

Tags relacionados