¿Y de verdad se caería el Gobierno?
Con lo que ha declarado ante el tribunal el principal imputado en el juicio de sobornos de Odebrecht es suficiente para que la justicia comience a remover la tapa que ha ocultado toda la verdad sobre este escándalo.
El imputado, Ángel Rondón, ha dicho que al gerente de Odebrecht para la República Dominicana lo dejaron salir porque si revelaba lo que sabía “no solo hubiese tumbado al gobierno, sino también el sistema político”.
Gravísima afirmación.
Lo que más vale ahora, en este contexto, es esa convicción del imputado. Y para confirmarla o descartarla, los jueces están compelidos a auscultar más a fondo para desentrañar la verdad ocultada en brumas.
El empresario Rondón ha dicho, también, que el gerente Marco Vasconcelos Cruz, identificó a 28 personas alegadamente comprometidas con el manejo de los sobornos, las cuales no figuraron nunca en el expediente que hoy conoce el tribunal colegiado.
¿Quiénes eran esas 28 personas?
Que tales delaciones resultaran tan contundentes como para producir la caída del gobierno y el sistema político es, a todas luces, la confesión más explosiva que sale a relucir en esta etapa del juicio de fondo.
La justicia está, por tanto, desafiada a llegar más allá de lo que dicen los expedientes que sirven de base para el enjuiciamiento.
El país merece saber cuál es la dimensión o calado de este contubernio entre una empresa privada extranjera y funcionarios gubernamentales en una conspiración que implicó recibir sobornos multimillonarios a cambio de autorizar con sobrevaluaciones los costos de importantes obras públicas durante más de una década.