Opinión

Una vara alta, pero hay que saltarla

Bajo el estado de pandemia, no queda más opción que apostar a un año escolar virtual como el que inicia hoy el país, marcando un hito en su historia.

Por primera vez se impartirán las clases a los alumnos de escuelas públicas y colegios a través de la televisión, la radio y el internet, ya que no es posible hacerlo de modo presencial mientras persistan los riesgos de contagio del Coronavirus.

Muchos países, bajo la esfera de la pandemia, han elegido esta modalidad que, por sus características novedosas, supondrá la adopción de un esquema pedagógico totalmente nuevo, que tendrá aciertos y errores.

En realidad, lo más relevante de este esfuerzo es reconectar a los alumnos con su escuela, con sus maestros, con sus compañeros, a los que la obligatoriedad de un confinamiento los ha distanciado durante varios meses.

Con esta reconexión se evita que lo aprendido antes del tiempo de pandemia se pierda irremediablemente en las brumas del clima de semiparalisis y apatías que ha generado la situación de emergencia sanitaria.

Se da por un hecho que esta modalidad de enseñanza, que marcha parejo con otras novedades sistémicas como el teletrabajo, el telecomercio, la telemedicina y la propia rutina de la socialización, quedará implantada definitivamente en la nueva sociedad Post-pandemia.

Por tanto, debemos intentar, con optimismo y fe, este crucial salto hacia el paradigma de la educación virtual, un reto de vara alta, esperanzados en que nuestros escolares retomen los cauces de su formación educativa y prosigan su marcha hacia el futuro, venciendo todos los obstáculos.

Tags relacionados