El misterioso embrujo del “barrilito”
Si criticable y punible es valerse de la autoridad para beneficiarse de negocios con el Estado, igual lo es legislar en su favor, en términos pecuniarios, como lo han hecho los congresistas con el “barrilito”.
Ellos mismos aprobaron repartirse, en montos porcentuales a la población que representan, parte de los dineros del presupuesto de ambas cámaras legislativas, dizque para realizar obras sociales.
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