Bajamos la guardia… ¡Qué pena!
Más de 350 muertes en veinte días de agosto por causa del coronavirus es la más elocuente prueba del nivel de letalidad que ha alcanzado la pandemia en el país.
Esta inquietante y luctuosa escalada se registra, justamente, en el momento en que la mayoría de los ciudadanos ha bajado la guardia frente al peligro.
La mayoría, por cansancio, indiferencia o rebeldía frente a las medidas restrictivas, está en franco divorcio con el confinamiento, el distanciamiento y el toque de queda.
En ninguno de estos días se ha respetado el enclaustramiento nocturno o vespertino (en el caso de los fines de semana) y las reglas del distanciamiento no parecen respetarse en supermercados y otros lugares a donde la gente concurre.
Pese a que más de 94,000 personas están contagiadas, se sospecha que la cifra es mayor pues, por coincidencia, ha bajado drásticamente la aplicación de pruebas diagnósticas, que son las que nos pueden dar una idea más cercana de la realidad.
Las falsas percepciones de que la incidencia maligna del virus está disminuyendo o que ya tenemos a la pandemia dominada, induce a que mucha gente pierda el miedo y, de manera imprudente e impensada, haya decidido desacatar las normas de la prevención.
Sin darse cuenta, se están convirtiendo en aliados del Covid para seguir contagiando y matando a más dominicanos. ¡Una pena!