Que fluya pronto la ayuda al campo

Así como tenemos el apremio de frenar la pandemia, hay que ace­lerar los desembolsos del finan­ciamiento a las siembras agríco­las anunciado por el presidente Luis Abinader.

Hay dos razones de fuerza mayor para ha­cerlo: la necesidad de producir más alimentos, y la de comercializarlos a precios accesibles para los consumidores.

El presidente Abinader anunció que, entre sus primeras medidas, está la de facilitar fi­nanciamientos del Banco Agrícola por 5,000 millones de pesos para estimular las siembras.

Tiene que ordenar que, desde ya, fluyan esos recursos porque los productos agrícolas de mayor demanda están encareciéndose.

Cuando comenzó la pandemia, un plátano costaba 12 pesos. Ahora cuesta 20. La libra de papá estaba a 18 y hoy está a 40 pesos; la de cebolla estaba a 30 y se ha duplicado. El ñame estaba a 20 pesos y hoy cuesta 50 pesos.

Los salarios están congelados. Ha crecido el desempleo y el desahucio por causa del cierre o la suspensión de operaciones de pequeños, medianos y algunos grandes negocios. Y al ba­jar la llegada de turistas, también se ha caído la demanda de productos agropecuarios.

Los 5,000 millones de pesos de financia­mientos a tasa cero del Bagrícola es un sal­vavidas para los agricultores que les está lan­zando, con buen sentido de la oportunidad, el presidente Abinader.

Pero el efecto amortiguador de esta medida solo se conseguirá si el Presidente ordena agi­lizar esos préstamos.

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