La vía de la Cumbre ya está pavimentada

Si las dos fuerzas dominantes del sistema partidario se han unido para aprobar la reimposición del estado de emergencia, la vía en­tonces para una Cumbre por el Co­ronavirus está pavimentada.

Con los apoyos públicos que han expre­sado a esta propuesta del LISTÍN DIARIO las iglesias Católica y Evangélica, el Conse­jo Nacional de la Empresa Privada, el Cole­gio Médico Dominicano, el ministro de Sa­lud Pública y otras personalidades, solo falta convocarla.

Tocaría hacerlo al presidente Danilo Me­dina y al presidente electo, Luis Abinader, quien ha prometido estimular un gobierno de unidad nacional, integrando sus equipos de especialistas al diseño de una estrategia de mediano y corto plazo para enfrentar la pandemia.

Más allá del diseño de la estrategia, lo im­portante es la unión de voluntades de los sectores más representativos para que esta lucha, en la que llevamos casi cinco meses, catalice el esfuerzo nacional que exige la gra­vedad de la amenaza.

La carga es muy pesada y no la puede so­brellevar, únicamente, el Gobierno, pues las medidas que son necesarias para contener la expansión de la pandemia tienen y tendrán repercusión sobre todos los sectores de la vi­da nacional, y estos tienen derecho a la par­ticipación en las decisiones cruciales que de­manda esta crisis.

Un compromiso de este alcance permiti­ría que la estrategia pueda ser un conjunto de decisiones consensuadas y correctamen­te enfocadas en los aspectos más sensitivos, que son primero la salud y la economía.

Esta Cumbre por el Coronavirus se inspi­ra en el modelo que ya han adoptado varios países ante el rebrote del Covid-19 y las con­siguientes cuarentenas y restricciones que forzosamente se han tenido que reimponer.

La lucha no soporta más demoras. La cum­bre es ya una alternativa apremiante para li­brarla con mayores posibilidades de éxito.

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