El cambio nos llegó de golpe… y lo asimilamos

Sabíamos que estábamos a las puertas de cambios dramáticos y retadores en los procesos de unir las plataformas del Listín Diario con su web listindiario.com siguiendo una tendencia universal en boga que conducía hacia la multimedia.

No era para apresurarse, sino para ir montando las piezas de la unificación en un engranaje nuevo que no era simplemente tecnológico, sino estructural, conceptual y operativo.

Unir las dos plataformas no hubiese tenido sentido si el equipo del impreso, de veteranos curtidos en ese formato, no se transformaba a su vez, asumiendo que el digital no era un cuerpo extraño ni contraproducente.

El cambio implicaba demasiados reajustes. Comenzando por “mentalizarlo”, asumirlo como un objetivo, un poco distante entonces de la ruta de la reconversión, pero inevitable e irreversible.

Lo que no imaginamos fue lo pronto que vendría. Y he aquí que la emergencia nacional creada por la llegada de la pandemia del coronavirus hizo trizas el modelo tradicional y nos obligó a experimentar una inesperada realidad y desafío: el reporterismo y la producción editorial a distancia.

Ha sido un cambio en dos vertientes: una que obliga al fortalecimiento del digital con formas innovadoras de hacer periodismo y monetizarlo, y otra que definitivamente transforma al impreso en un espacio que exige mayor calidad de contenidos.

Dos líneas de esfuerzos continuos que le dan a la multimedia otra dimensión. Dos cuerpos que mutuamente se apoyan, pero, que deben coexistir y competir con contenidos diferenciados, enganchando audiencias que buscan noticias de último minuto y trabajos de profundidad, veraces, sólidos e instructivos.

En eso estamos ahora. Asumiendo un cambio violento pero esperanzador.