Opinión

El paréntesis del riesgo

Sin un estado de emergencia con todas sus piezas desactivadas, el país entrará pronto en un paréntesis de riesgos en medio de una pandemia fuera de control.

Ojalá que la apuesta ineludible de celebrar elecciones presidenciales y congresuales no represente un retroceso en la lucha contra el Covid-19.

Debemos tener claro que ambos objetivos son prioritarios y que la apuesta debe ser: ganar-ganar.

Ganar la batalla al enemigo invisible de la pandemia y salir airosos de otra batalla, tan decisiva como la primera, para que la voluntad popular, libremente ejercida se exprese a plenitud el 5 de julio, es lo crucial.

Hay que armarse de prudencia, determinación y clara conciencia para que la vanguardia alcance su objetivo y la retaguardia nos proteja de los coletazos que seguirá dando el coronavirus en este paréntesis de riesgos.

La salud de la democracia y la institucionalidad y la de la ciudadanía están en juego paralelamente en momentos en que echamos a un lado el andamiaje del control sanitario para dejar la calle libre a las movilizaciones políticas de cara a la consulta electoral.

Lo peor es que, en ambos escenarios, han quedado rotos los puentes que conducen al entendimiento en el caso de conflictos post-comiciales, o a la unanimidad en la aceptación de los sacrificios para combatir el coronavirus.

Un error de cálculo podría resultar costosísimo, en cualquiera de los dos escenarios.

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