Opinión

En fase electoral

Al faltar pocos días para celebrar­se las elecciones presidenciales y congresionales, el país desac­tiva su estado de emergencia anti-Covid para sumergirse en el cumplimiento de este compromiso consti­tucional.

Sin el marco de medidas excepcionales crea­das al amparo del estado de emergencia, la lu­cha contra el coronavirus tendrá que depender ahora de la capacidad de los ciudadanos para protegerse del contagio.

Una razón de fuerza mayor se impone sobre la otra, pero no por ello debería asumirse que la primera, es decir, concurrir al ejercicio del sufragio, sea más importante que proteger la salud ciudadana.

El toque de queda, una de las herramientas restrictivas dispuestas por el estado de excep­ción, que termina el día 30, cesará el próximo domingo.

De modo que ahora quedan plenamente abiertos los espacios para la recta final de la campaña. Esperamos que los partidos políticos no desescalen tan pronto las medidas de pre­caución frente a la pandemia.

Es decir, que hagan el mayor esfuerzo posible por respetar las medidas del distanciamiento físi­co y el uso de las mascarillas, que si continuarán vi­gentes durante el día de las elecciones.

Lo importante es no perder de vista que, sin estado de emergencia, tenemos licencia para bajar la guardia y descuidarnos frente a los pe­ligros del coronavirus.

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