Opinión

Una información preocupante

Que el coronavirus vuelva a atacar a sus víctimas cuan­do se creían sanadas, es uno de los más inquietantes indi­cios de su ferocidad y capa­cidad letal.

Muchas personas declaradas recupera­das del primer contagio han experimenta­do de nuevo algunos de sus síntomas.

En estos momentos se investigan aquí por lo menos cinco casos que, de compro­barse, nos obligarían a un inmediato re­planteamiento de las teorías o experiencias con las que hemos manejado la lucha con­tra esa pandemia.

Es esta una información preocupante.

Debe ponernos aún más en alerta pa­ra respetar las cuarentenas obligatorias a las que deben someterse los “recuperados” hasta que se establezca, con el rigor de las pruebas diagnósticas, que definitivamente están inmunizados.

Otra de las inquietantes astucias y velei­dades del virus es la de alojarse silencio­so en el cuerpo humano, diseminándose y reproduciéndose al mismo tiempo a través de sus víctimas, sin que está se dé cuenta hasta que no afloran los síntomas.

Por eso es que su combate se hace tan di­fícil. Y por eso es que el mundo se asombra de que, una vez aplanados los primeros pi­cos de su masivo ataque, rebrote y se haga presente de nuevo.

Burlándose de la ciencia y de todos aque­llos que subestimaron su asombrosa capa­cidad de daño.

No bajemos la guardia nunca.

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