Tres meses de una frágil “cuarentena”
Si el coronavirus nos golpea fuerte ahora es porque no supimos aplicar con valentía, en el momento más oportuno, una cuarentena general.
Como lo hizo China, en Wuhan, cuna de esta pandemia, que encerró durante varias semanas a su población de 11 millones, y solo levantó las restricciones cuando estaba seguro de su control.
Otros países también lo hicieron, asumiendo todas las consecuencias de orden económico, político y social.
Algunos, al intentar volver a la normalidad, levantaron muy pronto o con endebles medidas para asegurar el cumplimiento de las reglas de la prevención, y hoy han tenido que dar el paso atrás.
Si hoy comienzan a llenarse las camas de los hospitales y clínicas dominicanas con pacientes del coronavirus y la curva de muertes sigue en ascenso, es el resultado directo del manejo dubitativo de una cuarentena que se exigía verdadera, real, no nominal.
Hoy, justamente, se cumple el tercer mes de las medidas establecidas en el estado de emergencia. Y el saldo ha sido deplorable. En ese período la línea de contagios y muertes ha sido continua hacia arriba.
Las desescaladas por fases no han podido superar el segundo tramo. Y ya se anuncia la declaratoria de un estado de epidemia nacional, mínimo de un mes de duración, como parte de los esfuerzos para esquivar el indefendible curso de la pandemia.