Sombras e incertidumbres ante la reapertura
Todavía la ciencia no encuentra las formas de contener la pandemia del coronavirus y entre sombras e incertidumbres las sociedades desbrozan caminos para escapar de ellas, lo que parece tarea infructuosa en un corto tiempo.
Hay mucho apremio por descubrir la vacuna o el fármaco milagroso y las naciones, a su vez, aplican medidas de prevención a escala nacional para tratar de proteger a sus ciudadanos de ese virus letal y elusivo.
Hemos presenciado cuarentenas de todo tipo para mantener confinados a los ciudadanos en sus hogares, así como métodos totalmente opuestos a tales procedimientos y en ambos escenarios ha sido difícil cantar victoria.
Esto nos indica que aún estas medidas no pueden asumirse como enteramente válidas o suficientes para conseguir los objetivos de frenar la velocidad de contagio, con su secuela de millares de muertes, ni aniquilar el virus por completo.
Por tanto, la decisión de reabrir las actividades productivas del país por etapas, comenzando hoy, es un paso lleno de riesgos aunque se haga sobre la base de una razón o necesidad legítima de sacar a la economía de su parálisis, tan nociva para la sobrevivencia como la misma incidencia del virus entre sus ciudadanos.
El mayor temor es que la ciudadanía no acate a cabalidad las medidas contenidas en el protocolo de la primera de las cuatro fases de la desescalada, que obligan a observar un distanciamiento físico, el uso de mascarillas en lugares públicos y cerrados, la práctica sistemática del lavado de manos y ciertas restricciones en el uso de los medios de transporte.
Las formas de desescaladas no siempre han logrado sus objetivos primarios, por varias causas: por el incumplimiento de los protocolos de comportamiento y, más que nada, porque todavía la ciencia no ha encontrado la clave de cómo deshacerse del virus.
Aquí comenzamos hoy la prueba. Un desafío del mayor calibre si admitimos que en todo este clima de amenazas de la pandemia hemos hecho galas de ignorar consejos médicos, violentar disposiciones legales y actuar como si estuviésemos inmunes y a salvo de todo contagio del Covid-19.