Nuevos formatos, nuevas narraciones

Los podcast y los storytellings se han convertido en dos soportes esenciales del periodismo digital, abriendo los caminos a nuevas narrativas en la presentación de las noticias en un momento en que las audiencias eligen “ver” y “oír” historias, antes que someterse a una dilatada lectura de ellas.

Los podcast son historias contadas oralmente, preferentemente apoyadas en sonidos que permiten al escuchar formarse una idea del ambiente que se está describiendo.

Las radioemisoras, que han ido perdiendo audiencia al igual que lo que ha ocurrido con otras plataformas tradicionales, como las televisoras y los periódicos impresos, han descubierto en los podcast una tabla de salvación para renovarse y retener audiencias.

Los storytellings son, por igual, narrativas que se apoyan más en recursos visuales, como el video y las imágenes fijas o dinámicas, acompañadas de textos breves, para ofrecer en apretada síntesis la historia de un suceso relevante, las formas de resolver un problema de salud, reconstruir y contextualizar eventos del pasado, la biografía de personajes o la geografía de un país.

No es casual que ambas herramientas hayan sido excelentemente aprovechadas por los grandes diarios impresos que han asumido la transformación radical del modelo periodístico y las han utilizado en las plataformas digitales, logrando incrementar audiencias e ingresos.

Aquí es donde verdaderamente se plasma el nuevo ecosistema mediático, en el que la noticia se ofrece en función de las características y las preferencias de los usuarios de sitios, digitales y redes sociales, en base a técnicas de redacción que sean apropiadas a los diferentes tipos de público que acceden a ellas.

Confluyen al mismo tiempo tres plataformas distintas: la televisión, la radio y la prensa escrita, un milagro que solo puede darse en la esfera digital gracias a las tecnologías que han surgido en la era del internet, acelerando la velocidad de la información y su alcance global.

Para lograr el óptimo aprovechamiento de estas fuentes, los nuevos multimedios tienen que abocarse a una actualización de sus tecnologías, a un proceso de cambio estructural en sus redacciones y sus estrategias de mercadeo y publicidad y, sobre todo, a una preparación de su personal humano, que es por el momento el desafío más fuerte porque implica cambiar o ajustar los “chips” mentales y dar paso a nuevas formas de contar las historias, a sabiendas de que ahora las noticias son continuas y nunca se acaban.