La guerra por las audiencias

Todas las estrategias de los multimedios apuntan hacia la conquista del mayor número de usuarios que buscan noticias y otros contenidos en el universo de las redes sociales, procurando asegurarse el mejor posicionamiento para aumentar sus ingresos y garantizar la sostenibilidad de sus plataformas.

Las palmarias pruebas de que los medios digitales ven crecer exponencialmente sus ganancias a través de suscriptores que pagan por acceder a sus contenidos y por la publicidad que va tras las audiencias, hace que los mayores esfuerzos se concentren en fortalecer su base de usuarios.

Para ello han equipado y robustecido sus mesas de monitoreo y medición de audiencias, tratando de identificar las reales preferencias de consumo, los horarios predilectos, los productos que más les atraen (sean vídeos, podcast, juegos interactivos, foros de debates o noticias de último momento), y cualquier otra modalidad de “enganche” y fidelizacion.

Algunos se nutren de lo que difunden las redes sociales como Twitter, Facebook, Instagram... para reproducir o reconstruir contenidos, mientras otros privilegian los artículos de fondo, las investigaciones y los hechos contextualizados que ayudan a proveer más información y conocimiento, procurando ofrecer valor agregado a los contenidos superficiales que fluyen en torrente en dichas redes.

Los periódicos impresos que a su vez tienen medios digitales han logrado mucho éxito al enfocarse en los llamados productos para la inteligencia y conseguir suscriptores que pagan por el acceso exclusivo a estos contenidos, haciendo que la gratuidad de la información vaya perdiendo espacio en el ecosistema digital.

Los grandes diarios de Estados Unidos y Europa registran impresionantes aumentos en el número de suscriptores y también de ingresos publicitarios, aunque todavía estos siguen siendo superiores en los impresos que en los digitales.

El secreto está en saber equilibrar lo que se ofrece en ambas plataformas, la digital y el impreso, y en la capacidad de especializar sus contenidos en función de las edades de sus usuarios y lo que demandan los diferentes estratos sociales.

Un factor importante es saber aprovechar las fortalezas que brindan los teléfonos móviles como receptores de primer orden de los contenidos que se difunden por vía digital y emplear las aplicaciones tecnológicas más usadas para generar audiencias.

En razón de que los modelos de negocios han cambiado en el mundo de la prensa, todas las modalidades de monetización y conquista de usuarios entran en el menú de opciones en esta guerra por las audiencias, pero lo que jamás debe perderse de vista es que lo más importante es el periodismo de calidad, el que garantiza una información veraz y confiable.

Es decir, que la apuesta debe enfocarse más en lo cualitativo que en lo cuantitativo para que esto último no degrade ni ponga en peligro lo primero.

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