Opinión

REFLEXIONES DEL DIRECTOR

El nuevo modelo de periodismo

En el apogeo de la prensa escrita, los periódicos se bastaban con dar a sus lectores el mayor número de noticias incluyendo entre ellas las informaciones que, en forma regular y abundante, ofrecían las notas de prensa de instituciones gubernamentales.

Se convertían así en un apreciado recipiente de las novedades del país o del mundo y satisfacían, en gran medida, el apetito de sus lectores por conocer todo cuanto pudiera interesarles o ayudarles a sentirse enterados de la realidad.

Desde que los medios digitales y las redes sociales monopolizaron ese flujo de noticias, con la formidable ventaja de la inmediatez, los diarios impresos se vieron precisados a explorar qué tipo de nuevos contenidos los ayudarían a competir por el público lector y marcar diferencias de fondo con aquellas plataformas.

Entonces se abocaron a un proceso de reinvención que ha traído como resultado la apuesta por un nuevo modelo de periodismo, que apunta más hacia el análisis e interpretación de los hechos y a adelantarse dos o tres pasos más, en sus posibles perspectivas.

De ahí es que ahora, los contenidos de mayor calidad que caracterizan el nuevo modelo lo constituyan las notas explicativas de un suceso, sus previsibles impactos en el plano individual o colectivo, sus causas y sus distintas aristas, que son los elementos que atraen a los lectores de este tiempo, muy inclinados a “mirar por arriba” las noticias del momento, breves y no siempre confirmadas, que fluyen por las redes sociales.

Las apuestas por la investigación periodística, el análisis de fondo, los reportajes que aportan diversidad de datos y testimonios, más las crónicas que adentran al lector en una experiencia humana desconocida, son los componentes del contenido general de la prensa escrita transformada.

Como es ostensible la saturación informativa de las redes digitales, los lectores sienten la necesidad de buscar otros enfoques de la realidad, ajustados a la credibilidad y la confiabilidad, que resulta del ejercicio de un periodismo profesional sustentado en la comprobación y contraste de los datos, y en apego a la verdad.

Los periódicos impresos han comprendido que no están en capacidad de competir, en tiempo y velocidad, con la transmisión de noticias y contenidos, la alternativa es la de privilegiar los géneros periodísticos que he citado para crear un contexto interpretativo que ayude a los lectores a entender la razón o causa de los hechos, extraer del subsuelo informativo las claves invisibles que los produjeron y dar un poco más de luz sobre lo que puede ser el mañana, sin los sesgos de las manipulaciones o falsedades que empañan hoy el torrente de las redes.

A esto es lo que llamamos el “periodismo del día después”, la base conceptual esencial en la que se apoya la actual reinvención de los diarios escritos para sobrevivir a los impactos poderosos de la Era Digital.