El regreso de los valores en la enseñanza pública
La enseñanza de los principios y mandatos plasmados en la Constitución, a fin de que los alumnos aprendan desde los primeros grados cuáles son sus derechos y deberes en la familia y en la sociedad, es la mejor inyección de valores que este país necesita para preservar las bases de su identidad nacional.
El reciente acuerdo firmado por el Tribunal Constitucional y el Ministerio de Educación para inocular los ideales que permitieron construir la República Dominicana y configurar un Estado democrático, social y de derechos, es una especie de vitamina curativa frente a las tendencias que pretenden diluirlos.
Con la impartición de esta materia, los estudiantes dominicanos podrán asumir, con mejor conciencia, los fundamentos que definen nuestra cultura, nuestra soberanía, nuestra identidad; conocer los derechos y deberes ciudadanos, el papel de las instituciones del Estado y de los poderes públicos.
Es una manera de “vivir en Constitución”, como dijera el presidente del Tribunal Constitucional, doctor Milton Ray Guevara, en un desayuno del LISTÍN DIARIO. Pero es un acierto del Ministerio de Educación hacer realidad este mandato de promoción educativa de la Carta Magna, que es innato de ella.
Lo mismo podemos decir de la más reciente iniciativa del Ministerio de Educación de impartir, con la asistencia del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant), clases sobre normas y comportamientos viales que abarcarán no solo a los estudiantes, sino a los propios padres y profesores.
Desde pequeños hay que enseñarles a las nuevas generaciones que respetar las reglas del tránsito es fundamental para romper el maleficio de la alta mortalidad por accidentes de tránsito, en su mayoría resultado de la imprudencia de los conductores o del irrespeto a las leyes que rigen el sistema.