REFLEXIONES DEL DIRECTOR

El “periodista robot” y el “periodista humano”

Hay un vivo debate en los medios de comunicación, acerca del probable impacto que pudieran tener en el futuro los robots y otras aplicaciones de la inteligencia artificial en el manejo y difusión de las noticias.

Uno de los temores es que la identidad del periodista profesional y las reglas éticas que predominan en su ejercicio como comunicador pudieran ser drásticamente alteradas en el momento en que sean las máquinas, debidamente programadas por algoritmos tecnológicos, las que procesen, empaquen y difundan las noticias.

Si bien el uso de estos “bots” en algunos medios digitales ha servido para recoger y organizar datos de competencias electorales, deportivas y de otra índole de manera más expedita de la que pudieran hacerlo los humanos, emerge el dilema de si estas tecnologías son capaces de trasmitir una verdad o una realidad confiable.

En el reciente Foro Mundial de la Multimedia, en Alemania, este fue el tema que dominó los debates. No solo se examinaron las posibles ventajas de las modernas tecnologías de la comunicación en el campo del periodismo sino el efecto sustitutivo que éstas puedan provocar en las plantillas de los medios impresos y digitales.

Y más que por sustituir o prescindir del recurso humano, formado, como ya he dicho, en premisas éticas y en una estricta sujeción a la comprobación de los hechos y a la búsqueda de la pluralidad de opiniones e informaciones para contextualizarlos, el temor es que desaparezca el espíritu crítico que permita distinguir la naturaleza o realidad de los hechos, lo que solo se consigue mediante la creatividad o la inteligencia humana.

El periodista humano, no robot, es el que sale a la calle, entrevista, observa, escudriña en sus fuentes y plasma estas vivencias en una crónica o reportaje y ofrece un contenido veraz y comprobable.

La máquina no es capaz todavía de sustituir ese cerebro, porque no tiene como fabricar los elementos químicos y neuronales que constituyen la inteligencia humana, al menos para el caso de informar en función de los intereses primarios de la sociedad.

Aún cuando la tecnología moderna ha sido capaz de crear voces, procesar fotos e imágenes vivas en diferentes dimensiones, agrupar datos y hasta permitir que algunas herramientas “conversen” con los usuarios de los medios, la intermediación humana del periodista profesional siempre será una garantía de confiabilidad.

Bajo la cultura moderna en la que vivimos, donde lo real y lo virtual se entroncan, a menudo se hace difícil distinguir la verdad de la mentira.

Las tecnologías han aportado mecanismos, muy eficaces por cierto, como los “fast-cheking”, para detectar noticias falsas e imágenes traqueadas, pero al mismo tiempo han logrado acomodar o manipular la realidad mediante imágenes compuestas que permiten colocar un rostro humano en el de otro personaje y añadirle voz.

La primera conclusión que han extraído los participantes en el foro de Alemania es que, si bien la prensa y la sociedad en general tendrán que coexistir con estas revolucionarias herramientas, no deja de ser cierto que, en cualquier circunstancia, los periodistas humanos serán más necesarios que nunca.

Así lo creo yo también.

Traducción al Inglés

The "robot journalist" versus the "human journalist"

There's a vivid debate, around social media, about the most likely huge impact that bots and other applications of artificial intelligence could have on the handling and dissemination of the news, in the near future.

One of the greatest fears is that the identities of the professional journalists and their ethical rules that predominate in their exercise of communication, will be drastically altered by the time the machines, duly programmed by technological algorithms, are the ones who process, assemble and broadcast the news.

Although the use of these bots in some digital media has served to collect and organize all kinds of data, such as electoral or sports related, more expeditiously than humans could, the dilemma of whether these technologies are capable of transmitting a truthful or a reliable reality is born.

At the recent World Multimedia Forum, in Germany, this was the topic that dominated the debates. Not only the possible advantages of modern communication technologies in the field of journalism were examined, but also the substitution effect they may have on the presets of the printed and digital media.

And more than the replacement or disposal of the human labor, as I said before, based on ethical premises and a strict search of the plurality of opinions and information to contextualize and verify the facts, the nervousness is about the potential disappearance of the critical spirit that allows to tell apart all the natural causes and effects of the events, which is only achieved through the human creativity or intelligence.

The human journalist, not the robot, is the one who goes out to the street, interviews, observes, scrutinizes their sources and expresses these experiences in a chronicle or report, offering verifiable content.

The bot is not yet capable of replacing that type of brain or mindset, because it does not have a way of manufacturing the chemical and neural elements that constitute our human intelligence, at least for the case of informing according to the primary interests of society.

Even though this modern technology has been able to create voices, collect data, process photos and live images in different dimensions, and even "converse" with the human users of the media, the human intermediation of the professional journalist will always be a guarantee of reliability.

Under the modern culture in which we live, where the real and the virtual are connected, we can often find it difficult to tell apart what's true from what's not.

Technology has provided mechanisms, very effective indeed, such as the rapid-checkings to quickly detect fake news and modified images, but at the same time it has managed to accommodate or manipulate reality through composite images that allow us to put a human face into another character and add a new voice.

The first conclusion drawn by the participants in the Forum in Germany is that, although the press and society in general will have to coexist with these revolutionary tools, it's still true that, in every situation, the human journalists will be more necessary than ever.

I think that, too.

- Translated from spanish by Randy Rodriguez.