Reflexiones del Director
El “Todo Incluido” en la Era Digital
La impronta de la Era Digital es la de un grandioso universo de ciudadanos que logran interconectarse y compartir experiencias a través de dispositivos electrónicos, dejando atrás las tradicionales plataformas que les brindaban noticias y entretenimientos, como la música en la radio o las películas en el cine y la televisión.
Ese universo está compuesto, mayoritariamente, por personas menores de 30 años, donde confluyen las generaciones de los Millenials y Z, con gustos y preferencias muy distintas a las de sus antecesores y, sobre todo, con una alta inclinación y dependencia de los dispositivos modernos, el principal de los cuales es el teléfono inteligente.
A esta audiencia es que se enfocan ahora los medios tradicionales que, sin mayores opciones, han debido transformarse o reinventarse para atraer usuarios, sean estos consumidores de noticias o “fiebruses” de las redes sociales, insertándose en un ambiente que facilita la socialización y la propagación de sus versátiles contenidos.
Teniendo esto muy claro, se explica el origen de la llamada multimedia, que es la combinación de canales de radio,televisión e impresos en plataformas electrónicas capaces de sintetizar todos estos elementos en dispositivos como el teléfono, las tabletas o computadoras, una especie de “todo incluido”.
Así de simple, parecería que solo la transformación en multiplataforma resolvería las necesidades de sobrevivencia de esos medios en particular, pero resulta que la esfera digital es algo más que un espacio para preservar o expandir sus públicos. Es, en esencia, el nuevo Areópago en el que una humanidad entroncada en la tecnología debate, expone, comunica, se divierte, interactúa entre sí y puede resolver muchas necesidades sin tener que apelar a los modos convencionales del pasado.
Para el caso de la prensa impresa, esta transformación implica asumir la tecnología y las herramientas digitales modernas, adecuar el ritmo de transmisión de sus informaciones a la dinámica que exigen usuarios ansiosos por ir más allá de lo superficial de los hechos y que actúan, a menudo, como si fuesen testigos de ellos, opinando, agregando, refutando o reproduciendo los contenidos que les parecen relevantes.
Implica además conocer lo que llamamos “nuevos lenguajes” de la comunicación, que no se bastan con textos explícitos sino con descripciones sencillas y sintetizadas, con imágenes y vídeos que valen más que mil palabras, y además supone conocer a fondo la naturaleza de las redes sociales, sus usuarios, sus gustos, un nivel de exigencias que no se logra de la noche a la mañana, ni en lo absoluto.
En una esfera donde todas las noticias se descubren al instante y millones de personas se enteran de ellas es preciso conocer a fondo a los grupos o comunidades que entran a las redes, qué buscan, qué quieren, qué les desagrada o qué sintoniza con sus preferencias.
Esta revolución tecnológica no solo reta a los medios, sino a los publicistas y mercadólogos que también hacen un esfuerzo por promover los anuncios de productos y servicios utilizando las fascinantes aplicaciones y procurando efectividad de tiro en los “targets” a los que van dirigidos sus mensajes publicitarios.
Los modelos de negocios que permiten a los medios ganar dinero por lo que venden, sin desdeñar por supuesto la magnitud de sus clientes o usuarios, van cambiando gradualmente en la medida en que nuevos dispositivos y sistemas de propagación de contenidos capturan la atención de las audiencias.
Traducción al Inglés
The "all inclusive" in the Digital Age
The stamp of the digital era is a great universe of citizens who manage to interconnect and share experiences through electronic devices, leaving behind the traditional platforms that provided news and entertainment, such as music from the radio and movies at the cinema or television.
This universe is composed, mostly, by people under 30, where generations of Millenials and Z converge, with tastes and preferences very different from those of their predecessors and, above all, with a high inclination and dependence on modern devices, the main one being the smartphone.
This type of audience is now the new target of the traditional media that, without major options, have had to transform or reinvent themselves to attract more users, wether they are news consumers or social media "addicts", landing on an environment that facilitates the socialization and spreading of its versatile contents.
Having this very clear, the origin of the so-called multimedia is explained, which is the combination of radio, television and newspapers on electronic platforms, capable of synthesizing all these elements in devices such as the mobile phone, tablets or computers, a kind of "all inclusive".
As simple as that, it would seem that only the multiplatform transformation would solve the survival needs of those media in particular, but it turns out that the digital sphere is more than a space to preserve or expand its publics. It is, in essence, the new areopagus in which a humanity linked to technology debates, exhibits, communicates, entertains, interacts with each other and can solve many needs without having to appeal to the conventional ways of the past.
In the case of the printed press, this transformation involves assuming modern digital technology and tools, adapting the pace of transmission of their information to the dynamics demanded by users eager to go beyond the surface of the facts, while these people often act as if they were witnesses of them, giving opinions, refuting or reproducing the contents that seem relevant to them.
It also involves knowing what we call the "new languages" of communication, which are fulfilled with explicit texts but with simple and synthesized descriptions, with images and videos that are worthier than a thousand words, and also allows one to get used to the nature of social media, their users, their tastes and a level of demands that is not achieved overnight or thoroughly ever.
Inside a sphere where all the news are discovered instantly and millions of people become aware about them, it's necessary to be accustomed to the groups or communities that access the media and know what they seek, what they want, what they do not want, and anything that tunes in with their preferences.
This technological revolution does not only challenge the media, but also the advertisers and marketers who also make an effort to promote their ads of products and services by applying the fascinating applications and procuring shooting accuracy to their "targets" to which such advertising messages were made for.
Business models that allow the media to earn money for what they sell, without ignoring, of course, the magnitude of their customers or users, are gradually changing as new systems of content propagation capture the attention of the audience.
- Translated from spanish by Randy Rodriguez.