La “hookah” que mata
Pese a todas las evidencias de que fumar “hookah” es altamente dañino a la salud, tanto que puede llevar a la muerte, poco han hecho las autoridades dominicanas para controlar esa fuente de adicción y de riesgos.
El propio Congreso Nacional se ha quedado de brazos cruzados para encarar la problemática que representa el uso cada vez más extendido de “hookah” entre los jóvenes, proscrito en muchos países justamente por su intrínseca peligrosidad.
Un proyecto de ley aprobado en una cámara perimió en la otra, y desde entonces no hay legislación formal que restrinja o prohíba terminantemente el uso de esta fuente de adicción que causa severos daños en el sistema respiratorio de sus usuarios.
Es alarmante el dato divulgado por el director del Centro Cardiovascular del CEDIMAT, doctor César Herrera, en el sentido de que en el país nacen cada año entre 1,200 y 1,400 niños con enfermedades congénitas, especialmente de madres jóvenes que estuvieron en alguna medida comprometidas con hábitos tóxicos.
Por ejemplo, cinco de esas criaturas eran de madres que fumaban “hookah”, pero ya los hospitales cardiológicos del país vienen observando un crecimiento anormal de las tasas de jóvenes con problemas cardiovasculares adictos a esos hábitos tóxicos, como los cocteles de la muerte al ligar bebidas alcohólicas o energizantes combinadas con esteroides y estimulantes sexuales.
Ayer mismo se reportó otro nuevo caso de un joven que murió en Salcedo tras inhalar el humo que marea durante varias horas, hasta que sus vías respiratorias colapsaron.
Así como ese, son muchos los jóvenes dominicanos que están exponiendo sus vidas prematuramente por causa de estas nocivas adicciones, y es preciso que los poderes públicos, a los que la Constitución manda a atender, proteger y salvaguardar a los ciudadanos, den más ejemplo de preocupación y de acción frente a esta epidemia de desvaríos humanos.