Un llamado a la prudencia
No hay dudas sobre el arduo trabajo desplegado por las autoridades para aminorar el impacto de la gran movilidad de personas en todo el país durante el asueto por la Nochebuena y las festividades de Navidad. Ha sido una labor coordinada por el Centro de Operaciones de Emergencias con varias instituciones, incluidas la Policía Nacional y la Autoridad Metropolitana del Transporte, primero, para evitar accidentes y, segundo, para asistir a los afectados por cualquier tipo de excesos. Aunque en sentido general la población ha exhibido un comportamiento adecuado y prudente para la ocasión, una buena parte de esta le dio rienda suelta a sus emociones, dejando con esa actitud irresponsable, no sólo la pérdida de vidas humanas, sino una secuela de dolor y luto entre familiares y allegados. La cifra de muertes, de acuerdo con el tercer boletín del COE, alcanza los 28, dos más que en el 2012; 385 heridos y 121 intoxicados, entre estos, 23 menores de edad. Estas estadísticas indican que las autoridades deben redoblar sus esfuerzos para que en los venideros días festivos de Año Nuevo se pueda lograr que la moderación y la responsabilidad sean premisas de los dominicanos que se movilizarán en todos los pueblos del país. El llamado debe ser a la prudencia para evitar nuevas víctimas. Las autoridades deben ser más drásticas, para así evitar más lágrimas de dolor en una época que nos convoca a la tranquilidad.