Más sobre la “revolución agropecuaria”
Jamás el país podrá lograr sitiales permanentes en el mercado internacional de algunos de los productos que extrae y procesa de la tierra si persisten los desniveles de trato a ese sector productivo en comparación con los incentivos que se ofrecen a ellos en otros países. Si se analiza fríamente el estado de facilidades que otorgan Costa Rica, El Salvador, Guatemala y otras naciones que forman parte del sistema de integración económica centroamericano, del cual nuestro país forma parte, se comprenderá por qué nosotros perdemos espacios u oportunidades en el mercado internacional llevando los mismos productos que aquellos. Tal como decía el empresario agroindustrial santiagués Félix García, en una concienzuda radiografía de la agropecuaria nacional, el país no ha podido superar las dificultades vinculadas con el cumplimiento de los requisitos fitosanitarios y las normas relativas a tamaño, calidad y madurez, exigidas en los mercados internacionales, y esto origina que sus productos agrícolas no logren el acceso adecuado a dichos mercados. Y la razón es clara: mientras los productores no reciban incentivos y facilidades financieras oportunas del gobierno y del sector privado para modernizar sus sistemas de control, empaque y certificación de calidad, el inmenso esfuerzo que se ha hecho para promover nuestras exportaciones agrícolas queda malogrado. Como comentamos en el editorial de ayer, la “revolución agropecuaria” que ha propuesto como reto el empresario García es impostergable acometerla, antes de que siga agudizándose el descalabro de algunas empresas o asociaciones de productores que no resisten los altos costos de la producción y el rezago en su modernización. Es hora de prestar mayor atención a la agricultura, siguiendo los parámetros de incentivos que están ofreciendo muchos países, entre ellos Estados Unidos, a los distintos productores, apoyo que se refleja en una mayor agresividad y competitividad en otros mercados donde los productos dominicanos --modestia aparte-- pueden dar la talla y convertirse en los preferidos de los consumidores.