Mucha cautela, pero firmes

Sobre nuestras Fuerzas Armadas y la Policía Nacional descansa la delicada responsabilidad de preservar la integridad física, no solo de sus connacionales, sino también la de todos los extranjeros, con énfasis en esta coyuntura, en la diáspora haitiana que despierta tanto celos en la comunidad internacional. Cualquier hecho , por muy particular y simple que parezca, en el que se ve involucrado un ciudadano haitiano, resida en el país con papeles o no, está mereciendo una atención sobredimensional, al extremo de pretender que la opinión pública crea que estos son perseguidos sin piedad por el solo hecho de ser haitianos. Decir que en República Dominicana han surgido brotes de xenofobia en contra de los haitianos y que se están generando acciones violentas de manera premeditada, más que una falacia esto se enmarca en esa campaña maliciosa patrocinada por la clase gobernante haitiana, que tiene un marcado interés de dañar la buena reputación del país ante la comunidad internacional. El Gobierno ha respondido rechazando de plano esas informaciones falsas divulgadas por medios internacionales que han sido sorprendidos por versiones originadas en Puerto Príncipe, al indicar, por ejemplo, que en la zona de Neyba se había producido el asesinato de 30 haitianos que huían de la persecusión de los dominicanos. Nada más falso y perverso contra un país que ha dado muestras fehacientes de solidaridad con sus vecinos. Ante este cúmulo de mentirás y acusaciones, el Gobierno sigue actuando con mucha cautela, pero con pasos firmes en la defensa de la soberanía nacional, en consonancia con lo que establecen la Constitución y las leyes de la República. Ha hecho bien el presidente Danilo Medina al ordenar a las Fuerzas Armadas a actuar sin excesos, sin dejarse provocar ante aquellos que se hacen las víctimas o andan buscando un muerto para justificar su malintencionada campaña y culparnos de todo lo malo que les ocurra a los hermanos haitianos.