Un diálogo que se impone ya
Si hay algun tipo de insatisfacción o duda entre los partidos políticos sobre la capacidad o idoneidad de los que manejarán el sistema de cómputos de la Junta Central Electoral, lo pertinente es que se produzca un consenso, entre ellos, para escoger al director que les resulte más confiable. El departamento de cómputos es el que definitivamente tiene bajo su responsabilidad llevar a cabo el más pulcro procesamiento de los datos de las votaciones en los venideros comicios, y no pueden gravitar, sobre él, ninguna duda o aprehensión de parte de los actores principales de esa competencia. Es a la propia Junta Central Electoral a la que le conviene promover la búsqueda de este consenso, y ya ha dado el primer paso para ello, proponiendo la creación de una estructura de informática con un director y dos subdirectores, y sometiendo su propuesta a la consideración de los partidos políticos legalmente reconocidos. La Iglesia católica, a través del cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez y del mediador por excelencia en los conflictos políticos del país, monseñor Agripino Núñez Collado, han llamado a un diálogo para resolver esta cuestión, y estamos seguros de que, parejo con esa exhortación, podrá interponer sus buenos oficios de siempre para que esto se logre. Mientras más avanzamos en la definición de los integrantes y las funciones de la nueva estructura, mayores garantías de limpieza y transparencia se pueden obtener para que los comicios presidenciales del 2012 sean tan limpios que la legitimidad de sus resultados no pueda ser puesta en entredicho. Si hasta ahora hemos tenido procesos ejemplares, incuestionables, ¿por qué dudar de que así será en el 2012?