Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

Los “ronderos”

Desde hace tiempo, en varios residenciales de la capital operan vigilantes contratados por los propios vecinos para cuidar sus propiedades ante la avalancha de robos y asaltos sin control que padecían. Se han aplicado diversas formas de prevención, entre ellas las de colocar cámaras de video en lugares estratégicos, organizar logísticas de alarma con pitos u otras señales, fijar barreras para el control del ingreso de vehículos o los ya famosos “ronderos”. En muchos de esos residenciales, el método ha funcionado. Lo mismo que han funcionado los convenios para recoger la basura cuando los camiones municipales no van o para el mejoramiento de otros servicios públicos indispensables. Ha causado alarma que en un sector de San Francisco de Macorís opere una especie de policía privada o “ronderos”, cuyo nombre les viene de las rondas que hacen de noche y de día para evitar que los delincuentes cometan desafueros. Son respuestas, tal vez las únicas y más extremas, que encuentran esos residentes para librarse de la plaga de delincuentes que se han tomado este país para cometer fechorías, en la seguridad de que la ley o la justicia, o la propia autoridad policial, no será un disuasivo para delinquir. No dejan de ser formas de organización “parapolicial” arriesgadas, porque sus actos pueden degenerar en consecuencias peores a las que se procuran o crear bases para una suplantación progresiva de la autoridad legal o formal, que es la que está obligada a garantizar la protección de vidas y propiedades. Para evitar que se generalicen estos grupos y adquieran una autonomía y capacidad de control de sectores es preciso que la Policía refuerce sus unidades, mejore su logística de vigilancia y mantenga un estrecho contacto con todos los vecindarios para responder a estas necesidades de seguridad. Los modelos de barrio seguro han sido probados y, en muchos casos, han contribuido a crear un nexo más cercano y útil entre el pueblo y la policía, sin necesidad de que grupos de civiles armados tengan que usurpar una función que por ley y por razones muy elementales corresponde a la Policía Nacional o a otras entidades de la seguridad ciudadana.

Tags relacionados