La reforma constitucional

La Cumbre de las Fuerzas Vivas ha permitido ventilar muchas ideas que tiene la sociedad civil para encarar las principales dificultades y retos nacionales. Esperamos que el conocimiento de las reformas a la Constitución también suscite la activa participación de esos sectores en la definición de los nuevos marcos de la Carta Magna. Existe un proyecto voluminoso que sometió el Poder Ejecutivo que recoge normas que adaptan al país a la modernidad y al fortalecimiento del Estado de derecho, y otras iniciativas que, preliminarmente, han provocado algunos desacuerdos. La misión de la asamblea revisora es abrir oportunidades para que las objeciones o sugerencias destinadas a enriquecer el proyecto sean dilucidadas a profundidad, a fin de que la sociedad pueda sentirse satisfecha del modelo constitucional que finalmente sea aprobado. En el proyecto que se discutirá existen disposiciones que atañen a los tres poderes del Estado, a nuevos derechos ciudadanos, a nuevas figuras que robustecen la participación democrática y a otros aspectos relativos a la ciudadanía y al campo electoral. Sobre estas cuestiones se han adelantado posturas que ameritan ser ponderadas y ajustadas a nuestras realidades políticas y jurídicas para que la nueva Constitución responda a las reales expectativas de la sociedad. Otras naciones han pasado por este proceso y no tenemos dudas de que la nuestra podrá acometerlo con la firme confianza de que, al hacerlo, encontrará los mejores fundamentos para la sostenibilidad de su sistema de vida y de gobierno y para responder a los disímiles retos que se originan en un mundo cada vez más globalizado.