opinión

Ng Cortiñas afirma en 2023 la economía fue “un cambio sin menudo”

El economista de la Fuerza del Pueblo indicó que esta alta deuda hará que el nuevo gobierno para los próximos 4 años, del 2024 al 2028, tenga que pagar como servicio de la referida deuda un monto que ronda los US$35,000 millones.

Haivanjoe NG Cortiñas.

Haivanjoe NG Cortiñas.

El economista Haivanjoe Ng Cortiñas consideró que el desempeño de la economía este 2023 puede ser catalogada como la de “un cambio sin menudo”, pues, a su juicio, ha tenido el peor desempeño de los últimos 14 años y de resultados con impactos negativos.

Ng Cortiñas fundamentó su afirmación ante el hecho de que las autoridades oficiales han tenido que reestimar lo que sería el resultado del producto interno bruto (PBI) cinco veces, siendo la más reciente la que lo ubica en un 2.5% de crecimiento, luego de venir de un 4.5% en la proyección original y, además, por haber acumulado a octubre un resultado de un 1.9%, ambos los más bajos de los últimos 14 años.

Señaló que el resultado de un 2.5% del PIB real 2023, presenta el agravante de que tendrá la característica de un crecimiento a precio constante negativo del orden de un 1.5%, ante el hecho de que el referido indicador económico no es suficiente para compensar la pérdida de poder adquisitivo causada por la inflación del presente año y que se ubicará en torno al 4.0% anual.

Dijo que tres razones monetarias y fiscales han podido incidir en el tímido comportamiento de la economía nacional.

En primer lugar detalló "la reacción tardía del Banco Central en flexibilizar la postura monetaria, ante las señales del primer trimestre de una economía deprimida, al bajar la tasa de política monetaria a partir de junio del año en curso y no producirse el efecto traspaso de la disminución de la tasa de referencia hacia las tasas de interés bancaria, como la activa, que ahora se encuentra en un 13.5%".

En segundo lugar expuso que "las expectativas inflacionarias del sector bancario al parecer aún permanecen, al registrar la inflación en los alimentos más de un 7.0% a noviembre de 2023 y la subyacente en un 4.48%".

La tercera, según expuso es "el bajo nivel del gasto público de capital, que apenas es de un 12.0 % del total gastado y, la cuarta, la disminución de la demanda en la economía, que se ha contraído respecto al 2022 en 15 puntos porcentuales”.

El economista de la Fuerza del Pueblo continuó diciendo que los hechos de que la inflación de los alimentos sea alta, el costo del dinero bancario también, son expresiones que el cambio es sin menudo, al no beneficiar a la población más vulnerable de la República Dominicana.

No olvidemos -añadió- que la alta inflación de la comida agrava a los sectores de menores ingresos, porque son los que más destinan su dinero a la compra de alimentos y este grupo representa el 35.4% de la canasta básica nacional.

Manifestó que el impacto negativo del alto costo de la canasta de alimentos para los sectores de menores ingresos tiende a complicarse, ante el escenario de una la asistencia social que no se comportó a la altura del deterioro salarial nominal. 

“En efecto, el gasto público social al primero de diciembre ha sido de un 41.7%, mientras que, en el 2019 fue de un 46.5% y en el 2011 de un 44.3%, demostrativo de un retroceso”, precisó.

Indicó que, en cuanto al balance fiscal, conforme a los datos a la primera semana de diciembre de 2023, pueda que cierre el año entre 3.0% y 3.3% del PIB, ubicándolo nueva vez en la línea del déficit fiscal persistente que promueve más endeudamiento público del sector no financiero, colocando su salto en US$54,997 millones, a finales de octubre de 2023.

Adujo que esta alta deuda hará que el nuevo gobierno para los próximos 4 años, del 2024 al 2028, tenga que pagar como servicio de la referida deuda un monto que ronda los US$35,000 millones, haciendo entonces que el presupuesto tenga menos holgura para planes de desarrollo y gasto social.

Ng Cortiñas agregó que el referido dato de la deuda es otro componente que nos conduce a afirmar que el cambio es sin menudo, porque la población no se está beneficiando de inversiones productivas que deben provenir del endeudamiento y que no se producen, porque el pago de la deuda recae en la población pagando más impuestos.

Expresó que el tema monetario en 2023 también perjudicó a la población, al tener la gente menos dinero en sus manos que en 2022 e igual que en 2021, siendo la inflación acumulada ahora más alta.

“En efecto, el dinero en manos de la población al 15 de diciembre no tuvo crecimiento con relación al 2022 y respecto al 2021 apenas aumento en un 1.4%, cuando la inflación acumulada desde esa fecha a la actual es de un 20.3%, entonces, ¿cómo la gente puede afrontar la carestía de la vida si no tiene dinero con qué comprar la comida?”, terminó preguntándose.

Enfatizó el economista que el hecho de la gente tener menos dinero en sus manos, es la mejor demostración de que el cambio es sin menudo, porque no le alcance ni para cubrir los gastos menores de la familia.