El lujo, lastrado por el temor a una crisis de la deuda estadounidense
Sigue sin vislumbrarse el final del tira y afloja en torno al techo de la deuda estadounidense. Desde hace dos días, la inquietud es palpable en los mercados. El grupo LVMH fue uno de los primeros en pagar el precio en la bolsa de París.
¿Sigue siendo el francés Bernard Arnault el hombre más rico del mundo? El martes 23 de mayo, el primer grupo del CAC 40 perdió 10.000 millones de euros en una sola sesión. Fue una asombrosa caída del 5%, ya que la primera empresa mundial de artículos de lujo había parecido hasta entonces totalmente impermeable a las turbulencias de la economía mundial.
El movimiento a la baja iniciado el martes continuó el 24 de mayo.
Parece una advertencia. El impago estadounidense podría producirse en una semana si no se llega a un acuerdo político. Esta amenaza es la que ha derribado al gigante del lujo y hundido a todas las bolsas europeas.
El mensaje de los inversores es claro: una crisis de la deuda estadounidense no perdonará a nadie, ni siquiera a los ultrarricos y a las empresas que hacen su agosto con ella.
Fitch pone a EE.UU. en vigilancia negativa
Fitch, que hasta ahora ha mantenido su preciada calificación de triple A sobre la primera potencia mundial, podría rebajarla si no se vislumbra una solución. Esto debilita un poco más el crédito del Tesoro estadounidense.
En 2011, durante una crisis anterior del techo de la deuda, Standard and Poor's fue la primera agencia en despojar a EEUU de su famosa calificación triple A. Los políticos estadounidenses empiezan a entrar en pánico y exigen que el Tesoro dé prioridad al reembolso a los acreedores en caso de impago.
“Imposible", replicó la economista estadounidense Janet Yellen, "no es así como se diseñó el sistema de pagos de Estados Unidos".
Tras la advertencia de Fitch, el Tesoro instó a los responsables políticos a llegar a un acuerdo lo antes posible para evitar una crisis económica "fabricada" por este pulso tan político.
En París, Hermès y Kering también se desplomaron
Según la agencia Bloomberg, 60.000 millones de dólares se han esfumado en este sector que se creía inmune.
Con la crisis de la deuda retumbando de fondo, el crecimiento, y por tanto el consumo, podría estar ralentizándose en Estados Unidos. Esto no afecta ni a los hiperricos ni a los muy ricos, dos grupos que representan cerca del 70% del volumen de negocios del sector.
En cambio, las "damas" y los "caballeros" que aspiran a la riqueza, o al menos a sus signos externos, es decir, los que de vez en cuando derrochan en zapatillas deportivas o el último bolso "it", empezarán a vigilar sus gastos. Representan el 30% de las ventas, por lo que una parte importante de los ingresos de las grandes marcas está en peligro.
¿Sigue siendo el francés Bernard Arnault el hombre más rico del mundo?
Nada ha cambiado en la clasificación establecida por Forbes, pero su fortuna ha vuelto a caer por debajo de la barrera de los 200.000 millones de dólares. Una fortuna indexada a la cotización de su grupo, ya que es la principal fuente de su enriquecimiento. Este parón bursátil debe relativizarse.
Tras la ralentización debida a Covid-19, LVMH retomó rápidamente el rumbo, con un fuerte crecimiento de los resultados y beneficios récord en 2021 y 2022. Y 2023 ha empezado muy bien. Su cotización ha subido un 28% desde principios de año.
La crisis, si llega, puede suponer el fin del festín. Las marcas solían subir descaradamente los precios de sus fruslerías. No es seguro que el bolso de 10.000 euros siga encontrando compradores en caso de impago estadounidense.