Enfoque
Se disipan los temores de muerte súbita
Muchos expertos vaticinaban, después de la guerra Rusia-Ucrania, que el 2023 sería apocalíptico, con una profunda recesión golpeando las principales economías del mundo.
Pero los datos económicos de fin del año pasado están disipando esos temores. Definitivamente habrá recesión en el 2023, pero posiblemente no tan aguda como aquellos vaticinios de post guerra.
Los efectos de las políticas monetarias se están haciendo sentir. Al mes de diciembre del 2022, en casi todos los países europeos la inflación bajo entre 0.4% y 1.4%. En Estados Unidos también, registrando 6.5%.
Además, los precios de los comodities han registrado entre fuertes y moderadas reducciones. Por ejemplo, el petróleo, cuyas proyecciones estaban sobre los US$100 el barril para fines del 2022 cerró en US$75. Y el gas natural cuyo precio se triplicó a mediados año pasado, casi iguala el precio previo a la guerra. También los alimentos están cediendo y los fletes volvieron a sus niveles de un año atrás.
Estas cifras de inflación hacen suponer que los nuevos aumentos de tasa, especialmente de la FED y el BCE, podrían moderarse en el futuro.
Otros datos de interés: El S&P 500, roza los 4 mil puntos y el desempleo en Estados Unidos volvió a caer a 3.5% en diciembre. También cayó en la zona euro a 6.5% (mínimo histórico) aunque sigue alto en algunos países. De 3% en Alemania a 12% en España.
El crecimiento en 2022 se contrajo en casi todos los países cayendo a menos de la mitad del registrado en el 2021. Pero a un nivel que no puede calificarse de recesión profunda, como se vaticinaba. El crecimiento de Estados Unidos en el tercer trimestre registraba una tasa de 2.4% interanual repuntando respecto al segundo trimestre y la Unión Europea de 2.6%, ambos por encima de lo previsto meses atrás y con un diciembre mejor de lo esperado en las ventas.
Sin embargo, los beneficios anuales de los bancos descendieron y las proyecciones para 2023 prevén una fuerte contracción economica, con tasas de interés más altas. Además, las condiciones financieras se endurecerán, el sector inmobiliario sufrirá una fuerte caída y la guerra seguirá causando estragos.
República Dominicana cerrará 2022 con buen crecimiento (5%-5.2%) y perspectivas de 4.5%-5% en el 2023, pero la inflación en diciembre subió a 7.83% interanual, lo que es una mala noticia. Ya lo dije, hay que apretar la tuerca.
Y usted, amigo lector, apriete la suya.