Enfoque
Un cierre dramático
Aunque resaltando algunos aspectos positivos hay que ponerle mucha atención al último informe del BCRD.
La economía está cayendo demasiado rápido 5.4% agosto; 4.8% septiembre; 3.8% octubre y 2.9% noviembre. Estamos hablando de casi un 1% de caída mensual en los últimos 4 meses y eso se llama entrar en recesión muy temprano en 2023, si no revertimos ese deterioro.
De todas formas, cerraremos el 2022 con un 5% de crecimiento que es muy bueno y quizás el cuarto más alto de ALC.
El déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos está previsto a cerrar en 5% del PIB, cifra demasiado alta a pesar de que la inversión externa llegaría a unos US$4 mil millones, compensándola en gran parte.
El problema son las importaciones (US$23 mil millones a septiembre) por los altos precios de las materias primas alimenticias, gas y petróleo, insumos agrícolas y materiales de construcción, aunque exportaremos mucho más que el 2021. Pero el déficit de la balanza de bienes será el más alto en muchos años y eso disparó el déficit externo.
La inflación interanual (7.58 a noviembre) seguirá cayendo, pero terminará posiblemente sobre el 7.3% en el 2022 (BCRD la estima en 7.1%) colocándose en el sexto lugar entre los países con más baja inflación en ALC. Pero se necesitarán más medidas monetarias para llevarla al rango meta y eso implica nuevos aumentos de tasas.
El empleo comenzará a dar signos de ralentización a principios de años en sectores como la construcción, aunque el IMAM (índice Mensual de la Actividad Manufacturera) subió en noviembre a 59.4 puntos. En octubre había caído por debajo del 50 puntos.
A pesar de un aumento de 9% en los ingresos fiscales, cerraremos el año con un déficit de 3.6% del PIB (programado 3%), por el elevado gasto social, que incluye la congelación en los precios de los combustibles.
Las remesas, turismo, inversión externa y exportaciones (incluyendo zonas francas), terminarán viento en popa con ingresos en divisas de unos US$39 mil millones.
Las reservas cerraran sobre US$14 mil millones representando unos 6 meses de importación. No son todas buenas noticias, pero siempre he dicho que a las crisis hay que sacarle ventaja y la nuestra descansa en la estabilidad, transparencia, seguridad jurídica y buen clima de negocios para la inversión externa, que estará buscando refugio y seguridad para su dinero en un año que muchas consideran como catastrófico para la economía mundial.