Cereales, pescados y frutas

¿Qué comer en una economía de Guerra?

La FAO sugiere consumir alimentos sanos, producidos localmente a menor costo, en huertos escolares y familiares.

Rodrigo Castañeda, representante de la FAO en el país, en un invernadero. EXTERNA

Rodrigo Castañeda, representante de la FAO en el país, en un invernadero. EXTERNA

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Cándida AcostaSanto Domingo, RD

La ventaja de comer sa­ludable y económico pa­ra una familia de escasos recursos no tiene precio, además de que sirve de ayuda para la reducción del gasto público en salud con la incidencia de diabe­tes, obesidad y enfermeda­des cardiovasculares.

En República Dominica­na existe la forma de con­sumir alimentos sanos producidos localmente ya sea en huertos en los pa­tios o en las escuelas y de esa manera obtener opcio­nes y liberarse de la crisis alimentaria que afecta a muchos países del mundo.

Para hacer frente a una si­tuación alimenticia poco sana, que sustituya pro­ductos que dan energía como las grasas, azúcares y cereales, existen com­binaciones con cereales, con legumbres y frutas, el cambio de pescados por ti­lapias de estanques o sar­dinas que pueden aportar las proteínas que garanti­zan las carnes.

La inseguridad alimen­taria se presenta en casos donde una familia solo al­canza para consumir una o dos comidas al día y, peor aun cuando lo que consu­me solo aporta energía y no las proteínas y vitami­nas que necesita para estar sana. Una comida ultrasa­turada y muy calórica so­lo trae obesidad, hiperten­sión y enfermedades afirma el representante residente de la FAO en el país, Rodri­go Castañeda, quien junto a Mariela Ortega, especia­lista en seguridad nutricio­nal alimentaria del orga­nismo de Naciones Unidas detallaron parte de los tra­bajos y talleres con chefs para enseñar a las familias rurales a preparar dietas sa­ludables. República Domi­nicana produce alimentos que contienen proteínas, nutrientes importantes pa­ra el crecimiento y desarro­llo del cuerpo y que deben estar presentes en una die­ta saludable y nutritiva, di­jo Castañeda.

Productos El país produce y puede au­mentar la producción de alimentos ricos en proteí­nas (origen vegetal) como las leguminosas: Habichue­las de todo tipo, arvejas, lentejas; por ejemplo, la combinación de arroz y ha­bichuelas ofrece una pro­teica de alto valor biológico (alto aprovechamiento del organismo). Otro alimento rico en proteínas (de origen animal) son los lácteos y también los huevos. Casta­ñeda destacó que estos ali­mentos se contemplan en los programas sociales del Gobierno (Comedores Eco­nómicos, Alimentación Es­colar) y se venden a bajos costos en INESPRE y en los mercados nacionales para dar solución a la Seguridad Alimentaria y Nutricional del país.

Además de los alimentos ricos en proteínas (animal o vegetal), el plato debe con­tener una combinación que ofrezca todos los nutrien­tes necesarios para las fun­ciones esenciales del orga­nismo, como carbohidratos (cereales integrales, víve­res, frutas, verduras y horta­lizas), pues proveen energía de forma inmediata, y con­tienen nutrientes esenciales para la salud (vitaminas y minerales).También sugie­re pensar en alimentos ri­cos en grasas, especialmen­te grasas vegetales (aceites, nueces y otros granos) y en menor proporción en gra­sas de origen animal. La alimentación puede ser di­versa. El país cuenta con va­riedades de alimentos para consumir. En el caso de las frutas y verduras su consu­mo debe ser diariamente (3 a 5 porciones), sin embar­go, hay otros alimentos co­mo las proteínas de origen animal que no es necesario consumirlas diariamente, y se pueden hacer combi­naciones entre algunos ali­mentos, como las legumi­nosas y el arroz, y tomar en cuenta también las porcio­nes de lo que se come para evitar excesos en la dieta, y en el desperdicio de comi­da, que al final afecta la eco­nomía familiar.

Castañeda cree importante iniciativas que promuevan una dieta más nutritiva y un estilo de vida saludable y que estas se conviertan en políticas públicas para la re­ducción de la malnutrición y las enfermedades cróni­cas no transmisibles, pro­vocadas por una dieta alta en alimentos ultra procesa­dos (ricos en azucares sim­ples, grasas saturadas, gra­sas trans y sodio). Además de dar mayor prioridad a la agricultura a pequeña esca­la como respuesta humani­taria de primera línea a fin de superar las limitaciones de acceso y como solución para invertir las tendencias negativas a largo plazo.

“Desde la FAO hemos veni­do apoyando, de manera articulada, al Gobierno y a más de 30 municipalidades de la región Suroeste, en la implementación de la Ley 589-16 SSAN, de Seguri­dad Alimentaria y Nutricio­nal y la sensibilización de la población más vulnerable en como diversificar su die­ta con el apoyo de expertos culinarios, creando menús saludables y nutritivos con alimentos de producción lo­cal”, dijo Castañeda.

DETALLES Consumo En el país, según la FAO, la dieta dominicana está compuesta por más de 50 % de azúcar (25 %) y carbohidratos como el arroz (32 %), solo un 1% se compone de pes­cados y 1.3% de verdu­ras (vegetales frescos),

Huertos El tema, según el repre­sentante de la FAO, es dar acceso a comida lo­cal con una producción local de más bajo costo “y las escuelas son fun­damentales en estos mo­mentos de tensiones”.

Medios de vida El aprovisionamiento de “medios de vida” con la entrega de una chiva o una gallina a una fami­lia pobre es un ejemplo de producción rural que facilita vender exceden­tes para adquirir otros bienes.

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