Fabricantes de soga reciben apoyo del Gobierno tras reportaje del Listín
Una amplia comitiva de la Unidad de Evaluación y Seguimiento de los Proyectos (UESP), de la Presidencia de la República, acudió a esta comunidad de Juan Barón, con el interés de brindar apoyo a los fabricantes de soga de forma artesanal, de esta localidad sureña.
El director ejecutivo de este organismo estatal, Hecmilio Galván, encabezó el equipo que coordinó esta visita para conocer el funcionamiento de esta mancomunidad familiar de obreros tejedores de fibras, que da sustento de forma directa a más de 80 ascendientes que laboran allí.
Entre sus acompañantes estuvo la alcaldesa de Palenque, Ángela Dipré, así como un nutrido grupo de técnicos de la UESP, que hacía anotaciones de cada detalle durante encuentro entre los gestores, obreros y visitantes.
Galván, al llegar al patio de doña Sazán, en el barrio San Fernando, donde funciona esta empresa familiar, dijo que estaba allí con el interés de conocer el funcionamiento de este colectivo comunitario que mantiene a 80 familiares viviendo de algo positivo, productivo. “Además reciclando un producto que pudiera convertirse en un problema medioambiental”, destacó.
“Esta es una labor humana, social y productiva impresionante, –aseveró el funcionario– que el Estado dominicano debe apoyar de forma decidida”.
Agradeció al Listín Diario el haber dado a conocer esta historia, de una actividad comunitaria como esta que tenía más 100 años operando casi de forma desconocida, pero que, gracias al Listín, dijo, “fue sacada a la luz”.
La historia Listín Diario había destacado en la publicación reciente de un amplio reportaje la “vibrante energía con que un grupo de jóvenes realiza la laboriosa tarea de confeccionar sogas” a partir del deshilachamiento de los cabos de amarre, que usan las embarcaciones para atracar en los muelles, para diferentes usos, “dando continuidad a una industria familiar y comunitaria que se acerca ya a los 160 años de existencia”.
En el reportaje se daba a conocer también las dificultades que amenazaban con hacer desaparecer esta pequeña fábrica y el llamado de auxilio al Gobierno del presidente Luis Abinader “para que esta empresa comunitaria no perezca, después de tantos años”.
Reacción “Desde que leí el reportaje dije, ahí tiene que llegar la mano amiga del Estado, y aquí estamos”, expresó Galván con gran alegría.
Al escuchar de los administradores de esta pequeña fábrica las necesidades que les aquejan, Galván les garantizó diligenciar con diferentes entidades estatales y desde el organismo que dirige, la posible solución de las trabas que limitan el desarrollo y crecimiento de la centenaria empresa, apoyo financiero, adquisición de nuevas herramientas y maquinarias de trabajo.
Fraklin Gomera, Yolanda Calderón y Willy Enaudy Germán (Wallac), los gestores de esta empresa familiar, coincidieron en agradecer la visitita de la comitiva gubernamental por haber dado atención al llamado que hicieron al presidente Luis Abinader a través del Listín Diario “periódico al que agradecemos habernos dado a conocer en el mundo, y por el apoyo que ustedes nos han ofrecido en este día”, manifestaron con gran regocijo.
Apoyo En primer orden, se estableció trabajar en el registro formal de la artesanal empresa, así como del nombre de la misma dándole apoyo jurídico a estos fines. Otro compromiso fue darle asistencia técnica, para ampliar la empresa y que pueden integrar más mano de obra al trabajo.
Adquisición de nuevas maquinarias e instrumentos de trabajo por un valor aproximado de 400,000 pesos y viabilizarles posibilidades de crédito con el Banco de Reservas, así como el levantamiento de naves para sacar de la intemperie esta creativa actividad y dar protección a la materia prima con que trabajan, así como al producto terminado.
En relación al pago de impuestos y otros gravámenes que les aquejan, se procurarán reuniones tanto con la Autoridad Portuaria como con el Colector de Aduanas y otros organismos del sector, se prometió, en procura de ver las posibilidades de reducir o eliminar, a esta empresa sureña, las cargas impositivas que les afectan en su desempeño y utilidades mensuales.
Ya el mediodía, en el patio de doña Sazán, la alegría, aplausos y carcajadas de obreros y visitantes se confundía con el trajinar de las maquinarias, los artefactos de trabajo y el ir y venir de los trabajadores que no detenían sus labores a pesar de la grata visita y las firmes promesas de colaboración por parte del séquito gubernamental.