2021: perspectiva sanitaria y económica

El año 2020, el cual será recordado como uno de los más difíciles de la historia reciente, llega a su fin, marcado por la pandemia del coronavirus, la parálisis económica y la nueva realidad social de distanciamiento y uso de mascarillas. La vida cambió, esta crisis pasará, pero los desafíos del 2021 serán importantes. En febrero está previsto que arriben al país las vacunas que el gobierno contrató a la farmacéutica inglesa AstraZeneca, en conjunto con la Universidad de Oxford, y que serán aplicadas en marzo a cinco millones de personas, una inversión equivalente a 40 millones de dólares. De ser exitoso ese proceso, nos adentraremos como país en un nuevo desafío: el económico. El propio presidente Luis Abinader sostuvo hace unos meses que en poco menos de un año y medio, el principal problema de la República Dominicana será la deuda. Esto se reafirma con las declaraciones del ministro Administrativo, José Paliza, quien sostuvo que en el 2021 vendrá una reforma fiscal. Esto trae a colación el accidentado ingreso del anteproyecto de ley de presupuesto para el 2021, el cual incluía impuestos transitorios que desató muchas críticas de la población y que obligaron al presidente Luis Abinader a eliminar dichas propuestas, supliéndolas con avances del contrato con Barrick Gold y el acuerdo con el sector financiero. “No habrá nuevos impuestos en el 2021”, dijo. Sin embargo, las declaraciones de Paliza, así como del ministro de la Presidencia, Lisandro Macarrulla, indican que eso podría evolucionar hacia impuestos que aplique la reforma fiscal o producto de un necesario Pacto Fiscal, pues resulta insostenible el actual esquema tributario, el cual, a todas luces, será ampliamente discutido, como el propio presidente Abinader prometió hace unas semanas, cuando dijo que “todos los impuestos que sean propuestos serán consensuados con la población, y si hay que eliminar algunos, se van a eliminar y se buscarán otras fuentes de ingresos”. En este clima desafiante, los préstamos han sido un balón de oxígeno, dada la parálisis de meses del aparato productivo nacional. Al cierre del 2020, se estima que la deuda sobrepasa el 60% del Producto Interno Bruto (PIB), según el Banco Central. Debido al decrecimiento, se ha debido acudir a financiamientos de peso, como el préstamo de US$500 millones para el financiamiento del Programa de Fortalecimiento de la Política Pública y Gestión Fiscal; US$100 millones para enfrentar el COVID-19; US$250 millones y 6.9 millones de euros, para la movilidad del transporte y seguridad vial y el proyecto de construcción del sistema de agua potable en zonas periurbanas de la provincia Santo Domingo. En el año 2021, podríamos ver la luz al final del túnel en el aspecto sanitario. Pero comienza el siguiente desafío: el económico. Un Pacto Fiscal está llamado a ser la hoja de ruta que nazca del consenso multisectorial, y sea el reflejo de la voluntad de todos los sectores, pero también del compromiso ciudadano. Son tiempos de ajustarse el cinturón y remar en una misma dirección. El futuro inmediato depende de ello.