Nissan cierra su semestre con 3,131 millones de dólares en pérdidas

El 19 de noviembre de 2018 fue arrestado en Tokio el entonces presidente de la compañía.

El grupo Nissan anunció hoy que en el primer semestre de su año fiscal tuvo unas pérdidas netas de 329,959 millones de yenes (2,656 millones de euros/3,131 millones de dólares), aunque mejoró el desempeño entre julio y septiembre. Estas pérdidas anotadas en el primer semestre contrastan con el beneficio neto logrado en el mismo período del ejercicio anterior, que fue de 65,365 millones de yenes (526 millones de euros/620 millones de dólares). Entre el 1 de abril y el 30 de septiembre pasados, el grupo automotriz nipón tuvo unos ingresos netos de 3.09 billones de yenes (24,896 millones de euros/29,349 millones de dólares), un 38 % menos que en el mismo período del ejercicio fiscal anterior. Al igual que otras firmas del sector, Nissan ha sufrido en su nivel de ventas por el impacto de la pandemia de coronavirus, que se reflejó especialmente en el primer trimestre de su ejercicio fiscal, pero las cuentas anunciadas hoy indican cierta recuperación. "Es cierto que Nissan sigue arrojando pérdidas y humildemente aceptamos esta realidad. Toda la organización está trabajando como un equipo unido para llevar a Nissan hacia adelante", afirmó el presidente de la compañía, Makoto Uchida, al informar de los resultados. La información difundida da cuenta de que en el primer semestre el 86,5 % de las pérdidas netas anotadas se registraron en el primer trimestre del año fiscal, y el resto entre julio y septiembre pasados, lo que indica la progresiva recuperación. La pandemia de coronavirus, que comenzó a impactar en sus operaciones en enero pasado, está disminuyendo poco a poco sus efectos, y la firma señaló hoy que su producción global al cierre de septiembre estaba al 87 % de la que había en el mismo mes de 2019. Nissan cerró el primer trimestre de su ejercicio fiscal (abril-junio) con unas pérdidas netas de 285,589 millones de yenes (2,299 millones de euros/2,719 millones de dólares) como parte de la grave crisis corporativa que viene arrastrando desde finales de 2018. El 19 de noviembre de 2018 fue arrestado en Tokio el entonces presidente de la compañía, Carlos Ghosn, acusado de irregularidades financieras, lo que desató una tormenta en la firma y un replanteamiento de su alianza con el grupo francés Renault. Ya en el ejercicio fiscal cerrado el 31 de marzo de 2020, Nissan acabó con unas pérdidas anuales de 671,216 millones de yenes (5,401 millones de euros/6,370 millones de dólares), y aunque el año fiscal anterior lo había cerrado con beneficios netos, fueron la mitad del ejercicio previo. La compañía informó de que durante el segundo trimestre del año fiscal actual sus ventas globales crecieron un 64 % respecto al trimestre inmediatamente anterior, con un crecimiento del 89 % en China, del 43 % en Japón y del 35 % en Norteamérica. Las unidades vendidas entre julio y septiembre, 1.06 millones, están lejos de las realizadas en el mismo trimestre del año pasado, que fueron 1.27 millones, pero fueron casi el doble de los automóviles vendidos entre abril y junio (643,000). Con el fin de remontar el bache, Nissan ha puesto en vigor un plan que busca optimizar su producción y reducir sus costes, todo ello para desarrollar una gestión "enfocada en la eficiencia de la producción", según insistió el director de operaciones, Ashwani Gupta. De acuerdo con los datos presentados hoy, al cierre de septiembre esa transformación ha permitido bajar en un 12 % todos los costes fijos, incluyendo una reducción del 9 % en los gastos de fabricación y del 18 % en los de mercadeo y ventas. Al dar a conocer sus previsiones para el cierre del actual ejercicio fiscal, Nissan prevé que sus ventas alcancen los 4.17 millones de unidades, un 16 % menos que en el año fiscal anterior, la tercera parte concentrada en el mercado chino. Pero Nissan calcula que seguirá cerrado el ejercicio con pérdidas netas, de unos 615,000 millones de yenes (4,948 millones de euros/5,844 millones de dólares) y calcula que sus ingresos financieros bajarán un 19.6 % respecto al año fiscal anterior.