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Cuatro claves para tener un retorno seguro después del confinamiento por el COVID-19

Luego de casi dos meses de confinamiento por la pandemia COVID-19, los gobiernos de diferentes países están tomando medidas para reabrir algunos sectores económicos de manera paulatina.

Ante este nuevo escenario, y con el objetivo de seguir preservando la salud, el empleo y la continuidad del negocio, la definición de un protocolo de retorno al lugar de trabajo gana tanta relevancia como las medidas ejecutadas en respuesta a la crisis sanitaria.

Este protocolo debe priorizar el cómo se llevará a cabo el reingreso antes de precipitarse a establecer una fecha, con el objetivo de adaptarse a un panorama cambiante y proteger la salud de los colaboradores y sus familias.

“Estamos ante uno de los momentos más difíciles dentro de esta pandemia, pues un retorno que no se base en un plan de resiliencia robusto, puede ser altamente contraproducente. Hoy más que nunca, las empresas deben asegurarse de tener un plan de gestión de riesgos integral, que les permita adaptarse a la nueva “normalidad”, conscientes de que el retorno a la actividad laboral, no implica que se ha eliminado el riesgo”, explicó Enrique Valdez, presidente-CEO de Marsh Franco Acra.

Según Diego Ramírez, Líder Global de Consultoría de Salud de Mercer Marsh Beneficios, “el retorno a los centros de trabajo no es una estrategia que dependa del mercado; es un plan que se debe definir de manera propia, respondiendo a la realidad del negocio, la gestión de sus recursos tangibles e intangibles, la capacidad financiera y la visión de largo plazo”.

En este sentido, los expertos de Mercer Marsh Beneficios, líder global en gestión de salud y beneficios para empleados, señalan cuatro pasos claves para definir una estrategia y plan de retorno capaz de proteger de forma eficaz a los colaboradores:

1. Realizar una estratificación del riesgo y un mapeo de posiciones, que permitan identificar y categorizar la fuerza laboral en función de las condiciones de vida del empleado, de su entorno familiar, de su salud física y mental, de su puesto de trabajo y del impacto en la cadena de valor.

2. Establecer protocolos de prevención de riesgos laborales y sanitarios que generen ambientes seguros y “limpios”. Incluye todas las medidas de preparación en el sitio de trabajo: higiene, insumos de protección para las personas y las instalaciones, regulación de espacios comunes, ventilación, desinfección, flujo de persona, restricciones de contactos, reuniones, visitas, clientes…, detección y asistencia médica/psicológica, servicios de alimentación y transporte, entre otros.

3. Comunicar y capacitar de forma clara y transparente a la fuerza laboral sobre los planes, controles y señales establecidas para el proceso de retorno, serán uno de los pilares clave para el éxito de un retorno laboral seguro. “Los programas de bienestar y promoción de la salud, y de sensibilización respecto al cuidado personal y colectivo van a ser más decisivos que nunca para el compromiso de los colaboradores y la continuidad del negocio”, señala Patricia Pierre, Líder de Mercer Marsh Beneficios en República Dominicana. “Esto sin olvidar un aspecto crítico: el manejo de la privacidad de datos del empleado, de acuerdo a las normativas vigentes”.

4. Minimización del contagio, a través de sistemas de seguimiento y atención, como aplicaciones móviles o medicina online, que permitan realizar un seguimiento en vivo de los riesgos de la fuerza laboral: síntomas, pruebas de laboratorio, identificación y manejo de casos positivos, etc.

Comportamientos: clave de la seguridad

“Además de los avances científicos y todas las medidas que se tomen a nivel empresarial o gubernamental, la clave para combatir a esta pandemia está en los comportamientos. La cooperación y compromiso de los individuos, como ciudadanos y empleados, será uno de los principales factores de éxito mirando hacia el futuro”, señaló Diego Ramírez.

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