Informe de la OIT

Jóvenes entre los primeros que podrían perder sus empleos por impacto del coronavirus en la economía

Altas tasas de desempleo, informalidad e inactividad asedian a cerca de 110 millones de jóvenes en América Latina y el Caribe, y plantean el desafío de diseñar estrategias efectivas para facilitar su inserción a los mercados laborales, destacó la Oficina Regional de OIT al citar nuevos datos incluidos en un informe sobre tendencias del empleo.

“El escenario del empleo juvenil en la región es preocupante, y se complicará aún más cuando se sienta el impacto del coronavirus sobre la economía regional”, dijo el Director de OIT para América Latina y el Caribe, Vinícius Pinheiro, al comentar los datos regionales del informe “Tendencias mundiales del empleo juvenil 2020 ” que se presentó en Ginebra.

Pinheiro explicó que los empleos temporales, a tiempo parcial, o desprotegidos en condiciones de informalidad, como los que suelen tener los jóvenes, son los más afectados por el deterioro de la economía. “El coronavirus contagiará los mercados laborales y afectará los indicadores de empleo juvenil”.

“Cuando hay una crisis los jóvenes están entre los primeros en perder sus empleos, principalmente los que están en la economía informal, y en sectores como turismo, transporte, comercio no electrónico y otros servicios en los cuales el teletrabajo no es una opción”, recordó.

En América Latina y el Caribe hay 9.4 millones de jóvenes desempleados, 23 millones que no estudian ni trabajan ni están en capacitación, y más de 30 millones sólo consiguen empleo en condiciones de informalidad, de acuerdo con el nuevo informe de la OIT.

La tasa de participación laboral de los jóvenes de 48.7% en 2020, ha estado descendiendo en forma leve pero persistente desde el año 2000, cuando era de 53.7%. Esto significa que en la actualidad hay más de 52 millones de personas entre 15 y 24 años en la fuerza de trabajo regional, incluyendo los ocupados y aquellos que están desocupados pero buscan activamente un empleo.

La tasa de desempleo juvenil prevista para 2020 es de 18%. Esta proporción es poco más del doble de la tasa general y tres veces más que la de los adultos, una situación que se repite en casi todos los países.

El desempleo es considerado como la punta del iceberg por la OIT, que además destaca la importancia de considerar la alta tasa de informalidad de 62.4% para los jóvenes, 10 puntos porcentuales mayor que la de los adultos. Esto implica que la mayoría de los empleos disponibles para ellos son precarios, con bajos ingresos, sin protección ni derechos.

El informe de Tendencias publicado por OIT este año hace especial referencia a que “una quinta parte de los jóvenes son ninis, lo que significa que ni están adquiriendo experiencia en el mercado de trabajo, ni recibiendo ingresos provenientes de un trabajo, ni mejorando su educación o sus competencias”.

En América Latina y el Caribe 21.7% del total de jóvenes están dentro del grupo de los ninis, una tasa que también ha experimentado una leve pero persistente alza desde el año 2000, cuando era de 20.1%.

“Una tasa tan elevada de jóvenes que no estudian, no trabajan ni reciben entrenamiento es altamente preocupante para la región”, recalcó Pinheiro. Por otra parte, los datos del nuevo informe de OIT reflejan una situación desfavorable de las mujeres jóvenes en el trabajo. En el caso de los ninis, la tasa de mujeres de 28.9% duplica a la de los hombres de 14.6%. La mayor parte de esas 15.3 millones de mujeres jóvenes tienen dificultades para acceder al mercado laboral, a la capacitación o al estudio debido a ocupaciones no remuneradas en el hogar. Las diferencias de género en la región también se notan en el desempleo, pues la tasa de las mujeres jóvenes de 22% está casi 7 puntos porcentuales por encima del 15.2% de los hombres en 2020. El director regional de la OIT destacó que “la falta de oportunidades de trabajo decente causa desaliento y frustración entre los jóvenes, lo cual incluso puede repercutir sobre la gobernabilidad y afectar el desarrollo social de la región, porque en muchos casos afecta las trayectorias laborales durante toda su vida”. “En especial en un contexto de probable retracción de la demanda causada por la pandemia COVID 19 es fundamental promover medidas de estímulo económico centradas en los jóvenes”, agregó Pinheiro. “Tenemos que redoblar nuestros esfuerzos para generar oportunidades de empleo productivo adecuado para la próxima generación de trabajadores”, destaca el informe de OIT. Las medidas de política integradas y eficaces son cruciales. Las medidas del lado de la oferta (capacitación y formación) son importantes pero no suficientes, a menos que vayan acompañadas de medidas igualmente firmes para impulsar la demanda de mano de obra juvenil, agrega el análisis de la OIT.