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Identidad ser antes que aparentar

Para los clientes, las empresas reflejan a las personas. ISTOCK

Para los clientes, las empresas reflejan a las personas. ISTOCK

De nada vale ser una persona exitosa, tener el mejor carro, la mejor casa y el mejor trabajo si antes no se es alguien que tiene un buen corazón y una noble alma.

Hay una frase popular que recita “lo de adentro vale más que lo de afuera”, y aunque esta suena cliché, la verdad es que es una gran realidad expresada a través de nueve palabras.

Como las empresas son dirigidas por personas, se puede aplicar este pensamiento en ellas. Una organización que no innova puede ser imaginada por sus públicos como un ser humano con miedo, aburrido y desganado. Por eso es la importancia de que las organizaciones comprendan que ser antes que aparentar es también un valor.

Dependiendo qué tan bien esté la empresa internamente, se atraerán a los públicos de interés.

El consultor empresarial, Lenin Pacheco, dice que es importante que las organizaciones desarrollen una cultura organizacional con hábitos y costumbres que permitan que tanto los colaboradores, clientes y la sociedad lo perciban de una manera en específico.

Pacheco enfatiza que la construcción de esa filosofía se hace para que cada día más la empresa tenga una identidad sólida y que permita conectar hacia sus diferentes públicos.

¡Ojo! Identidad e imagen no son sinónimos. La identidad es lo que realmente uno es y la imagen es percepción, o sea, lo que los demás piensan que somos.

Para ser antes que aparentar hay que construir una identidad, o mejorarla. Desarrollarla desde cero conlleva elementos como saber hacia dónde se dirige la entidad, con cuáles herramientas racionales y emocionales se cuentan, qué retos se deben afrontar así como qué ciclos se irán viviendo en el proceso de madurez de la empresa.

Según Pacheco, es bueno entender que la filosofía empresarial puede atravesar por un momento de crisis, que a su vez, genera oportunidades de crecimiento, por lo que es imprescindible realizar la evaluación de la cultura organizacional cada cierto tiempo, para hacer los ajustes necesarios.

Para construir una buena identidad corporativa, y en base a ella crear una reputación favorable se toman en cuenta elementos como la misión, la visión y los valores de la organización, su gente, la etapa en la que se encuentra la empresa, los clientes y la competencia.

Además, resalta Pacheco, hay que analizar factores relacionados con la imagen de la marca, la sociedad, el Estado, el mundo digital y el punto de ventas.

¡Preocúpate por tu reputación!

La identidad es importante, es la base para crear la imagen y la reputación. Lo ideal es contar con un balance entre la realidad y la percepción, pues lo que los demás piensan también vale mucho. Esta es una clave fundamental del éxito en los negocios.

“Día a día debemos preocuparnos porque esa identidad sea percibida de forma coherente en la forma, el fondo, el tono y el momento. Cuidar la imagen de una marca es una labor de todos en la empresa y del día a día”, destaca Pacheco.

LA PREGUNTA

¿Qué se cambia: la identidad o la imagen?

Muchas personas caen en el error, en ocasiones, de expresar que cambiarán su imagen. Sin embargo, el hecho de que está se transforme o no, no está en nuestras manos. Quienes nos rodean son los que pueden tomar esa decisión, a raíz de que noten un cambio en nuestra identidad. Lo mismo sucede con las organizaciones.

La identidad es el ADN de la empresa y la imagen es el retrato.

Por eso, antes de pensar en “cambiar” la imagen hay que hacerlo en la identidad.

Lenin Pacheco considera que la imagen y la reputación son conceptos creados por el público externo.

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